sábado, 21 de noviembre de 2009

La gran evasión

Novedad editorial
La gran evasión narra la espectacular huida de prisión de los últimos exiliados de Pinochet

Rebelión

El libro es una crónica de la fuga de 49 presos políticos, en 1990, del Centro de Detención Preventiva de Santiago de Chile.

El libro de Xavier Montanyà ha sido publicado por Pepitas de calabaza y Llaüt.

El libro se presentará en Madrid hoy sábado 21 de noviembre a las 19,30 en la librería Traficantes de sueños (c/ Embajadores 35).

Olvidados tristemente por algunos de sus compatriotas, los últimos exiliados chilenos de Pinochet aún están pendientes de un resarcimiento que restaure ante la opinión pública su arrojo. A pesar de que protagonizaron algunas de las acciones más desestabilizadoras contra la dictadura, fueron los olvidados de la transición democrática. Un primer paso para remediar esta injusticia lo ha dado el periodista y escritor Xavier Montanyá (Barcelona, 1961) recuperando la memoria de estos luchadores en las páginas de su libro ‘La gran evasión’, cuya edición castellana acaba de ver la luz.

La obra rememora un capítulo esencial de la historia contemporánea chilena: la espectacular evasión de cuarenta y nueve presos políticos de la cárcel de alta seguridad en la que estaban encerrados, algunos de ellos por haber atentado contra Pinochet. Su fuga, a través de un túnel de casi cien metros, se reveló como una obra maestra de ingeniería clandestina, bien argamasada tras un esfuerzo ímprobo de meses de trabajo, en los que no faltó una fuerte dosis de suerte y de complicidad ideológica. Utilizando utensilios rudimentarios, lograron escapar del penal propinando un golpe de efecto a la moribunda dictadura.

Acercándose a la realidad con las herramientas del nuevo periodismo, Xavier Montanyá trenza una apasionante crónica que transmite emoción y verosimilitud. El pulso cinematográfico de la narración se combina con los testimonios de los protagonistas reflejando el clima de excitación que vivía la sociedad chilena a principios de los años noventa. Esta obra supone una muestra más del compromiso del autor por desentrañar la verdad oculta tras la historia oficial. Dominador del lenguaje escrito y visual, Xavier Montanyá ha abordado esa otra verdad histórica en títulos tan significativos como ‘Pirates de la llibertat’ y en documentales tan incisivos como ‘Memoria negra’. La traducción del catalán de ‘La gran evasion’ ha corrido a cargo de Zoraida de Torres Burgos. Su valiosa contribución ha propiciado la publicación de este libro en castellano, en el que se nos recuerda que muchos de los luchadores a favor de la democracia chilena todavía no pueden volver del exilio.

Xavier Montanyà (Barcelona , 1961), escritor, periodista. Es autor del libro Pirates de la llibertat y coautor de La torna de la torna: Salvador Puig Antich i el MIL . Entre sus trabajos televisivos destacan Música per a camaleons y Tres, catorze, setze , así como los documentales Granados y Delgado: Un crimen legal , Winnipeg: palabras de un exilio , Sense Llibertat , Nfumu Ngui: el goril·la blanc, Joan Peiró i la justícia de Franco y Memòria negra . Es colaborador de Vilaweb y Sàpiens , además de miembro del consejo asesor del suplemento Cultura/s de La Vanguardia .

martes, 17 de noviembre de 2009

Trotsky, “el ogro de Europa”

Tariq Alí
The Guardian/Sin Permiso


Trotsky: una biografía. Por Robert Service 600 pág., Macmillan. Némesis de Stalin: el exilio y la muerte de León Trotsky. Por Bertrand M Patenaude 352 pág., Faber.

Durante más de medio siglo, la biografía en tres volúmenes de Trotsky de Isaac Deutscher, una obra maestra histórico-literaria por derecho propio, se consideró como la última palabra sobre la materia. Mucha gente profundamente hostil a la revolución rusa y sus principales líderes aclamaron no obstante estos libros: en 1997 al preguntarle a Tony Blair por su libro preferido para el Día Nacional del Libro, el recién elegido primer ministro mencionó la trilogía. Doce años más tarde la cultura en este país se ha vuelto tan profundamente conformista que cualquier alternativa al capitalismo se considera descabellada.

La diligencia de Service ha sacado un pesado volumen sobre Trotsky que se incorpora a una colección que incluye a Lenin y a Stalin. A diferencia de Deutscher, nos dice, Service está en contra de la revolución y de sus líderes, pero le molesta el hecho de que Trotsky tenga tan buena prensa en occidente (una novedad para mí). Era igual que los demás excepto que escribía muy bien, lo que atrajo a los intelectuales neyorquinos. La opinión de Service puede resumirse en una frase: Trotsky era un asesino brutal y con sangre fría y merece ser presentado como tal.

Esta aproximación que se aparta de los hechos no es nueva y es la especialidad de la mayoría de ideólogos anticomunistas y pro-Stalin durante gran parte del pasado siglo. Service nos informa de que Winston Churchill apoyó a Stalin contra Trotsky durante los juicios apañados. Por descontado, el viejo sabía como distinguir entre conservadores y radicales. Tampoco tuvo mucho tiempo para Gramsci y casi ensalzó a Mussolini como baluarte contra la peligrosa ola de bolchevismo.

El ensayo de Churchill denunciando a Trotsky como el “ogro de Europa” está escrito con un brío y una pasión casi idéntica a la de su objetivo. Por desgracia no se puede decir lo mismo de la pesada narración de Service en la que algunas de las alegaciones son tan triviales que más vale ignorarlas. En la mayoría de los asuntos importantes –el peligro de substitución del Estado por el partido en Rusia, la necesidad de unirse con los socialdemócratas y los liberales para derrotar a Hitler, la futilidad de forzar a los comunistas a aliarse con Chiang Kai-shek en China, el destino que aguardaba a los judíos si Hitler llegaba al poder y avisos constantes de que los Nazis se preparaban para invadir Rusia– [Trotsky] demostró tener razón una y otra vez.

Como es de esperar, la escuela de historiadores contrafactuales no discute casi nunca lo que hubiera pasado si hubieran triunfado los Generales Kornilov, Denikin y Yudenich en lugar de Lenin y Trotsky. Una cosa es virtualmente segura: puesto que la revolución se presentó como la obra de los judíos-bolcheviques, una ola de progroms hubiera diezmado a los judíos.

El libro de Patenaude, más corto y mejor escrito es mucho más objetivo y, de hecho, más académico. Aunque se concentra en la etapa del exilio mexicano de Trotsky y ofrece fascinantes pinceladas de amantes, acólitos y asesinos por igual (inclusive detalles del affair de Trotsky con Frida Kahlo que Isaac Deutscher esconde dulcemente), también abarca su vida anterior a este período.

A diferencia de las revoluciones burguesas que transformaron Europa en los siglos XVI y XVIII, la revolución socialista fue un proyecto premeditado pensado para un país mucho más avanzado que Rusia. Incluso para sus líderes, la revolución bolchevique fue un salto en el vacío. La ortodoxia bolchevique no creía que la república recién nacida pudiera aguantarse por sí propia. La cúpula del partido esperaba que la revolución en Alemania rompiera su aislamiento y transformara Europa. En vez de esto, los principales estados imperialistas decidieron apoyar la contrarrevolución Blanca, conduciendo a una guerra civil que ganó el recién creado Ejército Rojo aunque a un coste terrible: los campesinos habían sido alienados por las requisiciones forzadas y las conscripciones. La guerra civil de 1918-21 dejó exhausta a la reducida clase obrera. Muchos murieron y el estrato que sobrevivió fue rápidamente absorbido en la maquinaria del nuevo Estado. Trotsky, como fundador y organizador del Ejército Rojo, fue sin duda alguna implacable al asegurar la victoria de su bando, como lo fue Lincoln durante la guerra civil norteamericana. Exhaustos en el interior y aislados en el exterior, los líderes bolcheviques, obsesionados por el destino de Robespierre y Saint-Just, decidieron que debían mantenerse en el poder a toda costa. Una consecuencia temprana fue la brutal represión del motín de los marineros de Kronstadt. Una consecuencia más tardía fue el estalinismo que destruyó no solamente las aspiraciones de la revolución sino también a muchos de sus cuadros dirigentes.

El noventa por ciento de los miembros del comité central de Lenin fueron denunciados como traidores y ejecutados. Stalin mató a más bolcheviques que el Zar. Tal como apunta Patenaude, el asesinato de Trotsky era inevitable. Las tempranas caricaturas antisemitas presentándole como un agente de Hitler tuvieron que ser retiradas, no fuera que molestaran al Führer después del pacto Stalin-Hitler. Trotsky pasó a ser un agente de los EEUU. No había necesidad de más cambios, puesto que había sido eliminado antes de que los EEUU se convirtieran en un aliado en tiempos de guerra.

Los intentos de reformar el sistema desde dentro fracasaron debido sobretodo a que la burocracia se negó a entregar su poder. Finalmente se agotó por sí mismo y capituló silenciosa y vergonzosamente ante las fuerzas del capitalismo global. El reino de la necesidad no tuvo que ser nunca reemplazado por el reino de la libertad, la auto-emancipación y el dominio humano, como había escrito Marx. Llegó al final – tal como Trotsky había predicho calmadamente– con la restauración del capitalismo. Cromwell, Napoleón y Stalin habían creado, todos ellos, un sistema que hacía casi inevitable la restauración del antiguo régimen.

* Tariq Alí es escritor paquistaní radicado en Londres. Militante en las luchas estudiantiles de los años 1960-70. Activista en el movimiento antiguerra y el Foro Social Mundial.

Traducción de Anna María Garriga

Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=2899

domingo, 15 de noviembre de 2009

A la sombra del Granado, de Tariq Alí

La Iglesia que impone sus principios por la fuerza


Javi Álvarez
laRepúblicaCultural.es


Tariq Alí es un gran pensador que desde la izquierda nos muestra su visión del mundo. Una persona que aboga por los frutos que producen la mezcla y la integración a través de una convivencia natural y sin fundamentalismos. Con una apuesta firme porque el impulso de América latina, con sus propuestas nuevas por un socialismo del siglo XXI, sea exportable como modelo para el resto de mundo. Tuve el placer de escucharle durante la Semana Negra de Gijón de este año y desde entonces traía la cuenta pendiente de leerme una de sus novelas. Elegí “A la sombra del Granado”, tal vez porque transcurre sobre tierras españolas y la sentí más cercana.

Arranca con la trágica imagen de la quema de libros andalusís en la plaza Bib-Rambla de Granada. Con esta acción ocurrida en la fecha del 23 de febrero de 1502, el Cardenal Cisneros, apoyado por los Reyes Católicos, ejerce la fuerza de la sinrazón para que todos los habitantes del reino se conviertan al catolicismo o abandonen las tierras que habían habitado sus antepasados durante ocho siglos. Es el fin de toda convivencia.

A la sombra del Granado es una novela que coloca a sus protagonistas sobre un precipicio y, desde él, les exige tomar una decisión vital. Situados en un momento crucial en el que se lo jueguen todo, donde valoren el pasado, el presente y el futuro, donde midan las tradiciones y las sopesen con sus creencias. Donde repasen, contabilicen, rindan cuentas, pidan explicaciones,luchen o desistan. La Iglesia, con afán inquisitorial, con ansia de acumulación de poder, con su equivocada certeza de mantener la razón a ultranza, es quien ha tendido el precipicio. Una Iglesia despreciable y vil, que ve en la “limpieza de sangre” una forma de expoliar bienes y cultura, de borrar esa parte de la historia construida a pulso entre todos, sin distinciones por creencias. Una Iglesia borracha y, aún sedienta, que precisa la humillación del otro, que las piernas tiemblen y se tambaleen, para su propia fortaleza, para que “su verdad” sea la única. La verdad marcada con la fuerza de la espada, el oscurantismo, el miedo siempre presente levantado por el fundamentalismo católico a su alrededor.

Es una novela cargada de injusticias, en la que los prejuicios traerán sangre e incapacidad. Sangre de los que no entienden que de la noche a la mañana se trate de expulsarles de sus casas. Incapacidad e impotencia de mantenerse con vida, sabiéndose de antemano condenados.

Los musulmanes se ven ante la disyuntiva de tomar su decisión entre tres posibles, someterse y aceptar el catolicismo como religión única abandonando sus preceptos musulmanes, irse de su casa hacia el Norte de África para empezar de nuevo o plantar cara en una batalla ya perdida. Da lo mismo la decisión que tomen, ninguna será la buena. Los primeros perderán el alma que viene atada a sus costumbres, los segundos se quedarán sin raíces y los terceros morirán. Cada uno tomará individualmente su camino, usando en unos casos la experiencia o el ímpetu de la juventud en otros, a veces escuchando a los otros, con espíritu colectivo, o explorando en sus antepasados, en filósofos de la tradición y de lo contrario, indagando. Muchos no son especialmente creyentes, pero saben que no sólo es un asunto de religión.

Lo más triste de la novela, independientemente de las propias tragedias o la falta de esperanza, me resultó al cerrar el libro y realizar entonces una mirada a nuestra propia actualidad para darme cuenta de que en cinco siglos apenas hemos cambiado nada, las discusiones y los métodos de resolver la propia vida, siguen siendo muy parecidos. Hay odio en las plazas que se tiñen a menudo de la misma xenofobia de entonces, de pánico al diferente lanzado desde tribunas por políticos y eclesiásticos. Mirando al hoy, no me siento muy contento de los caminos que hemos tomado, ni del punto que hemos alcanzado. Mirando al libro descubro que Tariq Alí me presenta aquí las causas de esta barbarie, el momento en el que se rompió la esperanza de una convivencia entre iguales, gentes libres, que se abrazan fraternalmente para construir un futuro de paz. Me da que sin nuestros pasado no seremos capaces de fabricar nuestro presente.

A modo de pequeño anecdotario: Sobre Tariq Alí decir que se convirtió en el año 1965 en el primer paquistaní elegido presidente del Sindicato de Estudiantes de Oxford (Oxford Union). Sobre la propia novela, decir que se ha documentado el número de libros que el propio Cisneros eximió de la quema en 4.000.

http://www.larepublicacultural.com/

jueves, 12 de noviembre de 2009

Reseña de El artesano, de Richard Sennett

Un referente clave para la izquierda real

Luis Roca Jusmet

Uno de los grandes ensayistas sobre la sociedad contemporánea es, sin duda, el sociólogo Richard Sennett, nacido en Chicago el año 1943. Forma parte de lo que podríamos llamar la sociología crítica, que sin perder su base empírica se arriesga a definirse sobre los temas que aborda. Es, por otra parte, un pensador de izquierdas bastante inclasificable, radical en la medida que buscar el fondo de las cuestiones y cuestiona los tópicos convencionales, vengan de donde vengan. Resulta especialmente interesante la manera como reflexiona hoy, después de casi cincuenta años, sobre su experiencia juvenil de militancia en la Nueva izquierda. Años de madurez y reflexión personal, así como de desarrollo del capitalismo, son el material para este análisis.

En El declive del hombre público (traducción de Gerardo di Maso) analizaba de manera certera e implacable la influencia de los movimientos juveniles contestatarios de los años 60, a los que él había pertenecido. De esta manera la espontaneidad, la sinceridad, la personalidad, la creatividad aparecían como signos de un proceso que en nombre de la defensa de lo privado estaban destruyendo el espacio público y empujando las relaciones sociales hacia una deriva narcisista. El tema lo redondeó Sennett con otros textos de la misma época como Vida urbana e identidad personal (traducción de Josep Rovira) y Narcisismo y cultura moderna ( traducción de Jorge Fibla).

Posteriormente desarrolló un proyecto muy interesante sobre la cultura del hombre moderno en tres libros titulados La corrosión del carácter, El respeto y La cultura del nuevo capitalismo . Esta tríada me parece imprescindible para entender la cultura del tardocapitalismo globalizador.

En La corrosión del carácter (traducido por Daniel Dajmías) nos presenta la transformación interna que produce los nuevos métodos de gestión del capitalismo

( precareidad, cambio, incertidumbre ). La estructura del carácter (basado en la lealtad, el compromiso, la solidez) se diluye unos supuestos valores (flexibilidad, fluidez, novedad) que acaba produciendo angustia e inestabilidad interna en los trabajadores.

En El respeto (traducido por Marco Aurelio Galmarini ) Sennett parte de recuerdos personales, en este estilo tan propio, para profundizar lo que significa el respeto en una sociedad basada en la desigualdad. Reflexiona sobre el tema del talento, que continuará en los dos libros posteriores en una investigación extraordinariamente fecunda. Y también sobre la incompatibilidad entre respeto y dependencia.

Finalmente La cultura del nuevo capitalismo (traducido también por Marco Aurelio Galmarini) plantea un análisis de la cultura del capitalismo, muy complementario con el de otro grande de la sociología crítica, Zygmund Baumann. Reflexiones muy certeras sobre la burocracia y el capitalismo en relación con el capitalismo. Y también propuestas sobre las que merece la pena reflexionar. La primera es sobre la necesaria reinvención de los sindicatos como una red social de ayuda, más allá de las derivas corporativas. La segunda es la búsqueda de experiencias de empleo compartido. La tercera es la renta básica. Las tres cuestiones son polémicas, sin duda, entre la propia izquierda. Pero vale la pena pensarlas porque justamente lo más necesita la izquierda hoy son propuestas concretas.

Ahora Sennett nos presenta un nuevo proyecto, igualmente elaborado en una tríada de libros, que tiene un carácter complementario con las reflexiones anteriores. Lo que ahora aborda es la cultura material y no el tema de los valores, las actitudes y las conductas, como había hecho ante riormente. Los tres libros son El artesano , Guerreros y sacerdotes y El extranjero , títulos algo desconcertantes pero que Sennett justifica lúcidamente en el prólogo. No deja de resultar curioso que el título del prólogo sea “El hombre como creador de sí mismo”. No será un implícito homenaje a su antiguo y malogrado amigo Michael Foucault, que dedicó la última parte de su obra al tema ? Tanto Sennett como Foucault, desde perspectivas y tradiciones diferentes, representan lo que éste último llamaba “la ontología del presente”. Lugar en el que la sociología cualitativa y la filosofía mundana pueden encontrase en un espacio crítico muy útil para diagnosticar el tiempo en que vivimos y que podría abrir un horizonte en la superación de lo que Wallernstein llama la escisión de la dos culturas, la filosófica y la científica.

Ahora Sennett nos presenta un nuevo proyecto, igualmente elaborado en una tríada de libros, que tiene un carácter complementario con las reflexiones anteriores. Lo que ahora aborda es la cultura material y no el tema de los valores, las actitudes y las conductas, como había hecho anteriormente. Los tres libros son “El artesano”, “Guerreros y sacerdotes” y “El extranjero”, títulos algo desconcertantes pero que Sennett justifica lúcidamente en el prólogo. No deja de resultar curioso que el título del prólogo sea “El hombre como creador de sí mismo”. No será un implícito homenaje a su antiguo y malogrado amigo Michael Foucault, que dedicó la última parte de su obra al tema ? Tanto Sennett como Foucault, desde perspectivas y tradiciones diferentes, representan lo que éste último llamaba “la ontología del presente”. Lugar en el que la sociología cualitativa y la filosofía mundana pueden encontrase en un espacio crítico muy útil para diagnosticar el tiempo en que vivimos y que podría abrir un horizonte en la superación de lo que Wallernstein llama la escisión de la dos culturas, la filosófica y la científica.

Lo que plantea este libro es un elogio del trabajo manual con un estatuto de dignidad propia, en una línea de progreso orientada por la satisfacción del trabajo bien hecho. Pero Sennett combina el sentido restringido de la palabra artesanía con otro más amplio ya que como dice en el prólogo abarca también el trabajo de educar, de ser un ciudadano comprometido, de la paternidad... En el fondo, nos dice, la artesanía responde a un impulso ético de hacer bien las cosas que consideramos importantes. De esta forma introducimos una forma de espiritualidad en la viuda material que se concreta en lo práctico, en lo cotidiano. Y aunque de esta manera podríamos remontarnos a Marx en su reivindicación de la filosofía transformadora y no contemplativa, la tradición que reivindica Sennett, viejo luchador de la izquierda, no es ésta sino la del pragmatismo. Y no sólo reivindica a los clásicos de esta tradición ( James, Pierce, Dewey) sino a otros más actuales como Richard Rorty. Y lo hace a partir de una noción que a mí me parece clave, la de experiencia, que me parece la puerta adecuada para superar el relativismo epistemológico sin caer en el planteamientos dogmáticos.

La artesanía, para Sennett, se basa en la habilidad, en el juicio y en el compromiso. Genera una disciplina que cristaliza en el hábito y la rutina, y aquí reivindica este término como algo que puede ser vivo y rico y no necesariamente pobre y aburrido como solemos pensar. Seguimos así en la misma línea de reivindicación, con alegría y sin complejos, de la lealtad, la disciplina y la autoridad como valores ilustrados que debe reivindicar la izquierda. Porque si aceptamos la hipótesis de que la Modernidad se mueve en la dialéctica entre ilustración y romanticismo es evidente que Sennett defiende la primera opción y desconfía profundamente de la segunda, cosa que le lleva a no utilizar el término creatividad por las connotaciones románticas que tiene. Podríamos decir que Sennett es un crítico radical de lo que Baumann llama la modernidad líquida.

Los análisis de Sennett son siempre sugerentes y brillantes, aunque en ocasiones sólo sean conjeturas y se permita una cierta dispersión por el gusto de entrar en cuestiones asociadas que no tiene tiempo ni espacio para profundizar. Algunos de ellos he de reconocer que tienen mucha gracia, como las referencias al sabio taoista Zhuang Zhi o al tiro al arco en la tradición del budismo zen.

La marca de izquierdas de Sennett aparece sobre todo en dos cuestiones. La primera es en su defensa sin fisuras de la cooperación en contra del individualismo competitivo, al que desmonta como uno de los mitos que supuestamente garantizan su eficacia. La segunda es su larga y profunda reflexión sobre la habilidad y la capacidad como algo básico y común en todos los humanos. Aquí continua con una elaboración teórica muy interesante que ya había inciado en su libro anterior, “La cultura del nuevo capitalismo”. Para Sennett hay que combatir intensamente la moderna ideología de la predestinación que adquiere la forma de determinismo genético y defensa de la excelencia de unos pocos. Lo que hay que buscar, nos plantea siguiendo lo ya planteado por Amaryrta Sen, es el desarrollo de las capacidades de todos los humanos y la competencia para gobernarse a sí mismo y participar en el gobierno de la sociedad en la que vivimos. Veo aquí un buen complemento de las teorías de la democracia radical de Rancière y de Castoriadis.

La habilidad manual, para volver al tema más específico del libro, depende de la motivación y del aprendizaje, ya que la torpeza no es genética sino resultado de la poca estimulación en edades tempranas. Sennett desprecia el elitismo y desconfía del perfeccionismo, por lo que acaba el libro con el buen consejo de que la figura mitológica de Hefeso cojo , orgulloso de su trabajo aunque no de sí mismo, representa el tipo más digno de persona a la que podemos aspirar. la propuesta pasa por el trabajo propio y por la manera como nos creamos a nosotros mismos. Nos aceptamos como algo imperfecto, aprendemos de las dificultades y no caemos en las trampas del narcisismo, tan actual como devastador. Pero no nos engañemos, es una propuesta ética y no estética. Hay que evitar la frustración del obseso perfeccionista que no acepta sus fallos, así como la del competidor compulsivo que no sabe perder. Siguiendo el modelo del viejo artesano el sabio Sennett nos sugiere, con firmeza pero sin paternalismo, que aprendamos de nuestros fallos para mejorar en lo que realmente cuenta, que es el oficio de vivir.

El artesano, de Richard Sennett
(Traducido por Marco Aurelio Galmarini)
Ed. Anagrama, Barcelona, 2009
363 páginas

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Cuando la injusticia se hace banal

Reseña del libro Trabajo y sufrimiento. Cuando la injusticia se hace banal, de Christophe Dejours

Antonio Madrid
mientras tanto electrónico

Este libro aborda dos cuestiones: la creciente aceptación de las injusticias en las sociedades contemporáneas y el trabajo (en especial la organización y gestión del trabajo) como fuente de sufrimiento. Para abordar estas cuestiones el autor utiliza investigaciones de campo hechas desde los años 80 en empresas francesas.
Más allá de las polémicas que este libro puede generar, especialmente cuando para analizar la experiencia neoliberal la compara con los tiempos del nazismo, su lectura resulta interesante y provocadora, en el mejor sentido de la expresión. Leyéndolo encuentras explicaciones plausibles al incremento de suicidios en el puesto de trabajo (por ejemplo, en France Telecom), al silenciamiento del padecimiento relacionado con el acceso, el mantenimiento y las condiciones de trabajo, y a lo que el autor llama la colaboración en sistemas laborales manifiestamente injustos.

No se aborda en el libro la actual crisis, ni sus efectos sobre los trabajadores. Sin embargo plantea líneas de reflexión sobre la práctica de los trabajadores, los sindicatos y las organizaciones de izquierdas que son necesarias. No es poco para un libro.



Trabajo y sufrimiento. Cuando la injusticia se hace banal
Christophe Dejours
Modus Laborandi (Madrid, 2009)
216 páginas
Traducción de Beatriz Díez


Fuente: mientras tanto electrónico, nº 73, octubre de 2009.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Hacendados en Armas.

Argentina: La Revolución de Mayo en el marco de las revoluciones burguesas
Presentación del libro Hacendados en armas; El cuerpo de Patricios, de las Invasiones Inglesas a la Revolución (1806-1810), de Fabian Harari


Razón y Revolución




Panelistas
Horacio González (Director de la Biblioteca Nacional)
Eduardo Gruner (Docente - UBA)
Fabián Harari (CEICS-RyR)

Lunes 16 de noviembre- 19 hs.
Centro Cultural San Martín - Sala F
Sarmiento 1551

Sobre el libro

El Cuerpo de Patricios aparece como el corazón de la alianza revolucionaria y la dirección del partido de la revolución. Es la organización más numerosa, la que ejerce las principales acciones desde 1808 y ostenta una intervención decisiva en los sucesos de enero de 1809 y mayo de 1810. Las milicias no son organizaciones armadas al servicio del Estado, ni árbitros de las disputas, sino organizaciones políticas que se enfrentan por la conducción de la sociedad. El Cuerpo de Patricios es un partido político.

La dirección de la organización está compuesta, en su mayoría, por una burguesía agraria en desarrollo. Esta burguesía no actúa sola, sino que debe trazar una serie de alianzas con diferentes clases, actuando como fuerza social. Esa fuerza social se da una se da una estrategia revolucionaria. El desarrollo de los combates lleva al cuerpo a oponerse a la legalidad colonial y a las autoridades enviadas desde la península, hasta llegar a su deposición y expulsión. Es decir, estamos ante un sujeto conciente. Sin embargo, la victoria de la insurrección de 1810 no hubiera sido posible si esa fuerza social no se hubiera constituido en partido, si ese conjunto de organizaciones y programas no hubiera coagulado en el predominio de uno de ellos, mediante la eliminación de sus rivales. El hecho de haberse constituido en partido a tiempo, antes de que la reacción se pudiera rearmar operó como factor determinante para la victoria.

Índice

Introducción
Capitulo I - La revolución burguesa
Capítulo II - Las relaciones sociales en el Buenos Aires tardocolonial
Capítulo III - La composición social del Cuerpo de Patricios
Capítulo IV - La estrategia del Cuerpo de Patricios (1806-1810)
Capítulo V - Las armas de la víspera. Lucha teórica, periódicos y formación del programa revolucionario (1801-1810)
Conclusión
Apéndice: Tres vidas memorables

Biografía

Fabián Harari es historiador, egresado de la Universidad de Buenos Aires. Miembro de la Organización Cultural Razón y Revolución, realiza sus investigaciones en el CEICS. Ha sido editor de la revista Razón y Revolución y del periódico El Aromo. Su labor docente abarca desde el nivel primario al universitario. Ha escrito numerosos trabajos referidos al Río de la Plata en los siglos XVIII y XIX. Este es su tercer libro, defendido originalmente como tesis de licenciatura. Su primer libro, La contra, sobre la misma problemática, agotó su primera edición y fue reeditado en 2008.


Fuente: www.razonyrevolucion.org

La revolución negra

Novedad Editorial: La rebelión de los esclavos en Haití: 1791-1804

Rebelión

La revoluciçon negra: La rebelión de los esclavos en Haití: 1791-1804, Libro de María Isabel Grau, perteneciente a la colección Historias desde abajo (Ocean Sur, 2009)


Haití es el país más pobre del continente. ¿Qué más sabemos de Haití? ¿Por qué no sabemos nada más?

Este oportuno texto se suma al proceso de reescritura de la historia de nuestros pueblos. Al conocer sobre la rebelión de los esclavos en la antigua colonia de Saint-Domingue (1791-1804) vislumbramos la conexión entre el crudo escenario actual y el proceso de violenta expropiación a la que ha sido sometida esta nación caribeña desde el siglo XV hasta nuestros días.

Personajes emblemáticos como Toussaint Louverture y Jean-Jacques Dessalines, o míticos como Mackandal, protagonizaron las insurrecciones de negros y mulatos que abrieron el camino hacia la independencia de la primera república de América.

SOBRE LA AUTORA

María Isabel Grau. Nació en Buenos Aires en 1977. Es profesora de Historia, egresada de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Actualmente ejerce como docente en la enseñanza secundaria y universitaria.

SOBRE LA COLECCIÓN HISTORIAS DESDE ABAJO

Coordinada por Néstor Kohan

Los monopolios de la (in)comunicación recrean día a día la hegemonía de la historia oficial. Hartos de esos discursos globalizados y apologéticos, necesitamos nadar contra la corriente y recuperar la tradición revolucionaria. ¡Basta ya de aplaudir a los vencedores! ¡Basta ya de legitimar lo injustificable! Frente a la historia oficial de las clases dominantes, oponemos una historia radical y desde abajo, una historia desde el ángulo de los masacrados, humillados y desaparecidos.

En cada acontecimiento de la historia contemporánea se esconden la guerra de clases, la lucha entre la dominación y la rebelión; entre el poder, la resistencia y la revolución. Cada documento de cultura es un documento de barbarie. Debajo de la superficie, laten y palpitan las rebeldías de los pueblos sometidos, la voz insurrecta de las clases subalternas, los gritos de guerra de las explotadas y los condenados de la tierra.

Esta colección, de autores jóvenes para un público también joven, pensada para las nuevas generaciones de militantes y activistas, se propone reconstruir esas luchas pasándole a la historia el cepillo a contrapelo. La contrahegemonía es la gran tarea del siglo XXI.

Mas información sobre este libro en: http://www.oceansur.com/product/la-revolucion-negra/

CONTENIDO

INTRODUCCIÓN

CONQUISTA Y COLONIZACIÓN DE AYITI

El sistema colonial y la acumulación de capital

La conquista española y el exterminio de la población local

La conquista francesa

El tráfico de esclavos

«Acumulación originaria» para el desarrollo industrial francés

ESTRUCTURA ECONÓMICA Y SOCIAL

Los propietarios

El Código Negro

Los mulatos

Los esclavos

El créole y el vudú

ESTALLA LA REVOLUCIÓN

Los colonos frente al monopolio francés

El color de la piel y la propiedad

La Sociedad de los Amigos de los Negros

La Revolución Francesa prende la mecha

La rebelión de los mulatos

LA REVOLUCIÓN NEGRA

La rebelión de los esclavos

Los orígenes de Toussaint Louverture

La reacción de los propietarios blancos

Los mulatos se organizan en el Oeste

El ejército popular negro

La revolución se radicaliza en Francia

La abolición de la esclavitud

La invasión inglesa

Los jacobinos sancionan la abolición de la esclavitud

LA GUERRA REVOLUCIONARIA

La campaña de Toussaint Louverture

La propiedad: ¡otra vez!

La república francesa contra los mulatos

La reconstrucción económica. Volver al trabajo

DEFENDER LA LIBERTAD

Toussaint Louverture en el poder

La expulsión de los ingleses

Se esboza la idea de la independencia

La huida de los mulatos

El ejército popular conquista toda la isla

El cónsul negro

LA GUERRA DE INDEPENDENCIA

El ejército de Napoleón Bonaparte

Primeros combates y victorias francesas

La independencia como programa

La tragedia de Toussaint Louverture

Arresto, deportación y muerte de Toussaint

Contrarrevolución

Libertad o muerte

LA REPÚBLICA NEGRA

Primeros años de independencia

Por la libertad latinoamericana

Las potencias extranjeras

Los intereses imperialistas en Haití

EL PODER DEL PUEBLO

La era de los Duvalier

El poder del pueblo

La misión de estabilización de las Naciones Unidas para Haití

ANEXOS

1. El Código Negro

2. Carta de Toussaint Louverture al Directorio de París, que intenta reestablecer el dominio sobre la colonia y la esclavitud

3. Nota en la London Gazette, aparecida el 12 de diciembre de 1798, luego de que las tropas inglesas fueran expulsadas de Saint-Domingue

4. Proclamación de la independencia de Haití

5. Discurso pronunciado por Dessalines después de declarar la independencia

CRONOLOGÍA

BIBLIOGRAFÍA

Introducción

En 1804, el pueblo de una pequeña isla del Caribe, Saint-Domingue, se declaró independiente de Francia y dejó de ser una colonia.

La nueva República de Haití fue la primera nación políticamente independiente de América Latina, constituyendo un antecedente fundamental para las revoluciones que se iniciarían a partir de 1810.

Hoy Haití es el país más pobre del continente. ¿Qué más sabemos de Haití? ¿Por qué no sabemos nada más? ¿Por qué los Estados Unidos encabezan actualmente la ocupación militar de un país aparentemente tan insignificante? ¿Para qué?

La revolución haitiana, 1791-1804, se produjo en un momento histórico en el que se estaban desarrollando importantes cambios a nivel mundial. Tras dos siglos de transición, de la estructura económica de la sociedad feudal estaban surgiendo las relaciones sociales capitalistas que se impondrían como dominantes en todo el mundo.

Dirigida por Toussaint Louverture y Jean-Jacques Dessalines, la revolución de Haití comenzó siendo una rebelión de esclavos que luchaban por su libertad y se transformó en una guerra por la independencia, en la que un ejército popular de ex esclavos negros derrotó al ejército de Napoleón Bonaparte.

Sin embargo, económicamente estrangulada, con disputas internas, cercada y boicoteada por las potencias capitalistas, «la primera república negra» se fue sumergiendo en la miseria, que continúa hasta el día de hoy.

Conocer los acontecimientos de la revolución de los esclavos negros de Haití es indispensable para recuperar la conexión entre la miseria actual y el proceso de expropiación que se desarrolló desde el siglo XV en adelante, destacando la importancia que tuvieron las colonias en el desarrollo del capitalismo y, posteriormente, del imperialismo.

Comprender la historia de esta revolución nos permitirá analizar, en una de sus formas más crudas, cómo la usurpación violenta ha sido y es la fuente de enriquecimiento y de acumulación de las clases dominantes.

A pesar de la ocupación militar de Haití que hoy encabezan los Estados Unidos, miles de trabajadores y campesinos haitianos recuperan y actualizan la lucha de aquellos esclavos. Se plantean ahora, necesariamente, la construcción de nuevas relaciones sociales que permitan una verdadera emancipación.



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