miércoles, 15 de junio de 2011

El tiempo apremia. Conversaciones con Citlati Rovirosa-Madrazo


15-06-2011

Reseña
El tiempo apremia. Conversaciones con Citlati Rovirosa-Madrazo


El tiempo apremia. Conversaciones con Citlati Rovirosa-Madrazo Zygmund Bauman( Traducción de Elisenda Julibert) Editorial Arcadia, Barcelona, 2010. 323 páginas.

Efectivamente el tiempo apremia. Y de que manera. Algunos sociólogos imprescindibles como Immanuel Wallernstein, Richard Sennett o el mismo Bauman, cada uno a su manera, nos lo recuerdan. Este libro puede servir tanto de iniciación como de síntesis a la prolífica obra de Bauman. Lo que recoge el libro no es una entrevista sino unas conversaciones en la que las la socióloga y periodista mejicana Citlali Rovirosa-Madrazo realiza valiosas aportaciones . Ocho conversaciones, ocho temáticas, divididas en dos partes. En la primera parte : la crisis del crédito y el mortífero éxito del capitalismo; el Estado del Bienestar en los tiempos de la globalización; la función del Estado en el capitalismo. En la segunda parte: la modernidad y la postmodernidad, holocausto y genocidio ; política demográfica, el papel de la mujer en la reproducción en la era de la biotecnología, el fundamentalismo secular y el religioso en la lucha por el poder en el sigo XXI ; la inscripción del ADN y la aparición de la genetocracia ; la generación perdida nacida en plena sociedad líquida.
Muchas y muy interesantes cuestiones son las que plantea el libro y Bauman nos ofrece una visión lúcida y singular. Estamos, según su conocida fórmula, en un capitalismo líquido, que es la sociedad de los consumidores. De una sociedad sólida de productores hemos pasado a esta otra, en la que los beneficios no surgen de la explotación de la fuerza de trabajo sino de la explotación de los deseos a partir del consumo y sobre todo del crédito. Hay una lógica infernal que lleva a encadenar a los consumidores a una deuda infinita en un sistema que tan precisamente define como parasitario. Porque Bauman es una anticapitalista convencido, aunque no por ello deje de ser un anticomunista. El capitalismo es un sistema irracional e injusto por su propia naturaleza., porque acaba destruyendo lo que va creando y que va agotando todas las reservas planetarias. Pero el comunismo es un proyecto socialista impaciente que sólo puede conducir a la esclavitud.. Él conoce lo que ha sido "el socialismo real" y ha analizado a fondo el estalinismo como para no tener reservas en su crítica. Pero no ha caído como otros en la ilusión del liberalismo. Bauman se define como un socialista porque sabe que esta sigue siendo la mejor palabra para definir la lucha del hombre por resistirse a la injusticia y por avanzar hacia un ideal de emancipación. Tampoco le gusta a Bauman la socialdemocracia porque sabe que ha sido históricamente una alternativa de gestión del capitalismo y únicamente ha defendido el Estado del Bienestar cuando ha tenido su función como reproducción de la fuerza de trabajo. Era cuando el capital debía mantener la fuerza humana, tanto para la producción como para el ejército. Pero cuando el Estado del Bienestar es, como ocurre hoy, un lastre , entonces los socialdemócratas se convierten en socioliberales, es decir socialistas de nombre y liberales de hecho. También considera Bauman que hay que eliminar la falsa dicotomía entre el Capital y el Estado, que siempre han sido excelentes aliados. La función del Estado en el capitalismo es la de movilizar los recursos públicos al servicio de los ricos : la simbiosis Mercado/Estado acostumbra a ser total. Lo que hace hoy el Estado respecto a los pobres es básicamente vigilarlos y controlarlos, no protegerlos. Tampoco hay que olvidar que el Estado nace vinculado a la nación, entendida como una delimitación territorial soberana. La democracia se plantea en términos de autogobierno, en el que los productores son ciudadanos. Pero en la sociedad de consumidores lo que hay son clientes, no ciudadanos. Hay que preguntarse a partir de aquí cual será el destino de la democracia bajo estos planteamientos. En el inicio del capitalismo los negocios se separaron del hogar y hoy se separan de la política. Ya no hay políticos con capacidad de decisión, sólo gestores de los mercados y del dinero que fluye por el ciberespacio global. En este contexto hay un progreso evidente del nacionalismo étnico y del tribalismo como reacción al proceso anterior.
Interesante también la reflexión sobre las utopías en la modernidad y de su carácter radical ( en el sentido de ir a la raíz y de destruir los fundamentos). La utopía aparece como sistematización de lo que nos falta, dándole la forma acabada de un mundo perfecto, que en la práctica sólo puede conducir a pesadillas, como la Historia nos ha mostrado. La postmodernidad implica así una crisis de estas utopías que plantean un ideal de sociedad acabada, sin conflictos ni fisuras, que busca la perfección. Bauman es tajante en su diagnóstico : por muy terribles que sean los genocidios no tienen parangón con el Holocausto. Éste respondía a una combinación de la utopía totalizadora con la racionalidad burocrática y tecnológica.
Otra discusión interesante es la que gira alrededor de los derechos humanos, con los que Citlali Rovirosa-Madrazo se muestra muy crítica porque considera que se han utilizado como un arma contra las poblaciones indígenas. Aunque Bauman es más prudente lo que sí nos señala es el problema de quien los puede garantizar. Si es el Estado se necesita para hacerlo es necesario el estatuto de ciudadano para reclamarlos y cada vez hay más seres humanos excluidos, no reconocidos por ningún país.
La cuestión de la demografía y la reproducción tiene una actualidad espeluznante. Las políticas demográficas se basan en un paradigma que contrapone el crecimiento demográfico y el crecimiento económico. En realidad son los países ricos, con su productividad y consumismo desmesurados, el principal problema demográfico : ¡ los que sobran son los ricos !. Hay aquí una transformación del papel de las mujeres, cuya función originaria en el capitalismo era la reproducción de la fuerza de trabajo. Cada vez parece convertirse más en una carga, ya que por una parte la ingeniería genética las puede substituir ( en los países ricos) y por otra se presenta a las mujeres de los países pobres y de los excluidos como generadoras de excedentes humanos que sólo pueden calificarse de desperdicios. Bauman nos recuerda como todas las distropías ( utopías negativas) eliminan la maternidad ( el paradigma más claro es "El mundo feliz" de Huxley). El sexo es entonces un entretenimiento emancipado de la la reproducción. El sexo virtual, losa contactos rápidos por internet, el sexo de usar y tirar son una muestra clara. Se quiere eliminar lo imprevisible, lo espontáneo y lo emocional de nuestras relaciones. Lo que implica un esfuerzo, una satisfacción aplazada se considera inutil, igual que todo lo desagradable. La medicina estética y la farmacología contra el dolor y todo tipo de malestar son las que abren un mercado más apetecible a las multinacionales farmacéuticos. Entrando en el tema del fundamentalismo Bauman nos advierte que el peligro no está sólo en la politización de la religión sino también en la religionalización de la política ( paradigma : Bush presentándose como el defensor del Bien en su lucha contra el Mal).Tanto la religión cómo el Estado son productos del miedo , El Estado, con más precisión, gestiona, alimenta y recicla el miedo humano. Pero la ilusión es también, como nos señalaba Freud, una ilusión. En la medida en que es un producto de la incertidumbre humana, tanto natural como individual, la religión morirá con el hombre, no antes.
En la última conversación Bauman nos plantea un tema inquietante :¿ Qué será de esta generación Y, nacida a partir de los años 80 del siglo pasado, en plena sociedad líquida ? Han vivido esta cultura de lo fácil, lo inmediato, lo efímero, lo virtual. Pero también en la distancia física del otro. ¿ Tendrán capacidad para evitar el desastre futuro a que nos conducirá la lógica destructiva del capitalismo ?
Como puede verse en todo este análisis el libro no tiene desperdicio. Vale la pena leerlo y continuar con Bauman, que nos ofrece en cada uno de sus ensayos un diagnóstico certero del mundo en el que (todavía) vivimos.

Leyendo a Rosa Luxemburgo


15-06-2011

Entrevista realizada al editor Peter Hudis
Leyendo a Rosa Luxemburgo

Red Pepper

Traducido para Rebelión por Christine Lewis Carroll

¿Cree Vd. que las ideas de Rosa Luxemburgo tienen vigencia en la situación política actual? ¿Cómo podría beneficiarse de ellas la nueva generación de activistas radicales? Las revueltas masivas espontáneas del norte de África y Oriente Próximo, sobre todo en Túnez, Egipto y Libia, subrayan la importancia de la contribución de Rosa Luxemburgo. Entendió mejor que ningún marxista de su tiempo (y mejor que muchos posteriormente) que la revolución no la ‘hace’ ningún partido o individuo ilustrado; más bien emerge espontáneamente en respuesta de las masas a unas condiciones sociales determinadas. Siempre buscaba lo inesperado de las masas y su obra nos educa en este sentido.
Igualmente importante es su comprensión de lo que sucede después de la revolución. Sostuvo que no hay socialismo sin democracia, igual que no hay democracia sin socialismo. Protestaba ante cualquiera, amigo o enemigo, que no vislumbrara el cambio social como una liberación de los talentos y habilidades innatos y adquiridos de la humanidad. En este sentido, formaba parte de una clase idealista dentro del marxismo que se ha descuidado durante demasiado tiempo. No olvidemos que en 1844 Marx definió su filosofía como humanismo, que consiste en la unidad del idealismo y el materialismo. Necesitamos esa unidad ahora más que nunca.
¿Cómo se encuadran las cartas de Rosa Luxemburgo dentro del resto de su obra? ¿Qué nos enseñan las cartas que escribió a la activista por los derechos de la mujer Clara Zetkin sobre la política de género, y en especial en relación con sus propias experiencias?
Durante muchos años, mucha gente suponía que Rosa Luxemburgo no era feminista y que la emancipación de las mujeres no le importaba. Sin embargo, éste no es el caso. Rosa Luxemburgo rechazaba las repetidas solicitudes por parte de los dirigentes del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD por sus siglas en inglés) para jugar un papel más directo en la sección de las mujeres del partido y en Gleichheit, pero fue porque ella consideraba que los hombres querían desviarle de su implicación directa en los debates políticos y teóricos del socialismo alemán que querían reservarse para sí mismos.
Se topó con mucho sexismo dentro de los dirigentes del SPD (incluso por parte de August Bebel, autor de Mujeres bajo el Socialismo, quien se refirió a ella como una ‘perra venenosa’) y sabía perfectamente que era sexismo cuando se frustraban sus esfuerzos por hacerse oír. Sentía, en cambio, que la forma más efectiva de combatir tales barreras era poniendo al descubierto la debilidad política y teórica de sus adversarios.
Sabemos ahora que escribió mucho sobre la emancipación de las mujeres; en una carta a Zetkin, escribe cuán orgullosa le hace llamarse feminista. Este hecho nos motivó a Kevin Anderson y a mí a incluir una colección de sus escritos sobre las mujeres en The Rosa Luxemburg Reader. Ahora, The Letters of Rosa Luxemburg demuestra que una de sus grandes preocupaciones cuando salió de la prisión en noviembre de 1918 fue impulsar el establecimiento de una sección de mujeres dentro lo que llegaría a ser a finales de diciembre el Partido Comunista Alemán.
Este hecho es bastante asombroso teniendo en cuenta la cantidad de cuestiones que tuvo que atender en los escasos dos meses de convulsión revolucionaria entre su liberación y su muerte. Es como si, una vez liberada de los estorbos del SPD, se sintiera libre para centrarse con más determinación en los temas de las mujeres. 
Muchos activistas se encuentran con la figura de Rosa Luxemburgo a través del filtro de implicación con organizaciones de tradición leninista. ¿Pero cuáles fueron los puntos de desacuerdo entre Rosa Luxemburgo y Lenin, y cómo se perciben sus diferentes métodos y perspectivas en la actualidad?
En muchos aspectos, Lenin y Rosa Luxemburgo eran polos opuestos en cuanto a organización, mientras que en otros, compartían conceptos. Los dos aceptaron la necesidad de un ‘partido vanguardista’, aunque ésta sea una noción ajena a la obra de Marx y que sólo entró a formar parte del movimiento socialista alemán (y más tarde ruso) a partir de la influencia del adversario de Marx, Ferdinand Lassalle (a quien Marx llamó ‘un futuro dictador de los trabajadores’).
La Segunda Internacional, que vivieron tanto Rosa Luxemburgo como Lenin, no se desarrolló sobre los conceptos de organización de Marx; fueron Lasalle o Kautsky quienes sentaron las bases. Constituiría, por lo tanto, una falsa lectura de la historia suponer que Rosa Luxemburgo y Lenin no tuvieran premisas comunes sobre la organización. Sin embargo, Rosa Luxemburgo nunca fue tan rígida y dogmática como Lenin sobre la necesidad de una dirección centralizada por parte de un ‘comité central que concentraba toda la información’ (palabras de Rosa Luxemburgo).
Chocó a menudo con Lenin por ‘envolver el partido en pañales y ejercer una dictadura intelectual desde el comité ejecutivo central’ (su manuscrito de 1911 Credo). Rosa Luxemburgo tenía mucha más confianza en lo que las masas pudieran crear de forma inesperada y no compartía la fijación de Lenin por el control centralizado de las mismas.
En mi opinión, la mayor diferencia entre ellos fue sobre qué pasa después de la revolución. Rosa Luxemburgo no veía la democracia como un simple instrumento a descartar al llegar al poder. Al contrario, sostuvo que si el acceso al poder no lleva emparejada una democratización extensiva, no se creará una nueva sociedad. Los partidos no crean el socialismo; lo hacen los trabajadores y ciudadanos libremente asociados. Consecuentemente, condenó el Terror Rojo de Lenin, la creación de la Checa y el establecimiento de una dictadura del partido. Ésta es su mayor contribución ‘sobre qué pasa después de la revolución’.
¿Qué significado e implicación tiene esta nueva publicación en inglés por lo que se refiere a los logros y limitaciones de Rosa Luxemburgo?
Aproximadamente el 80% de los escritos de Rosa Luxemburgo no ha aparecido nunca en lengua inglesa. Incluso su obra teórica más importante, Introducción a la Economía Política, no se ha publicado íntegramente. Esta obra, junto con seis manuscritos sobre economía política, sociedades precapitalistas y El Capital de Marx -aparecidos en las últimas décadas- será publicada en el primer volumen Complete Works: Economic Writings , 1898-1907.
Estos escritos demuestran el alcance de su comprensión de la teoría marxista y su profunda compasión por todos aquellos que padecían los estragos del imperialismo y la intrusión capitalista en el mundo en vías de desarrollo. Muchas personas han supuesto que Rosa Luxemburgo se opuso a la autodeterminación porque no le importaban las naciones no europeas, pero Complete Works desmiente esto.
También nos permitirá evaluar hasta qué punto acertó o falló en la promoción de los principios de libre discusión y la prevención de estructuras centralizadas de organización en cuanto a su trabajo dentro del movimiento polaco; estos escritos nos demuestran las dificultades encontradas también por Rosa Luxemburgo en la búsqueda de una relación totalmente distinta entre la espontaneidad, la conciencia y la organización de lo que caracterizó el marxismo después de Marx.

Fuente: http://www.redpepper.org.uk/reading-rosa/rCR

lunes, 13 de junio de 2011

El Canto General, la historia de la Patria Continente; Latinoamérica, en versos


13-06-2011

El Canto General, la historia de la Patria Continente; Latinoamérica, en versos

Clarín de Chile


Ante la complejidad de los problemas económicos y políticos a resolver, en la mal llamada “crisis mundial” –crisis dice relación con un momento de un proceso, cuando está en duda la continuación, modificación o cese de éste. La crisis no puede durar meses ni años–, por la cual, los politicastros se culpan unos a otros, ya no están a las alturas de las circunstancias. Es imprescindible la formación de un político de vía amplia, comprometido con la lucha de salvación de la Humanidad, que tenga el coraje y la honestidad para descorrer el velo de la farsa y la mentira, en todos los campos que oculta su orweliana realidad. El poeta del amor y la esperanza de la Patria continente, Latinoamérica, Pablo Neruda, luchó toda su vida sin permitirse el lujo de darse por vencido, obligándose una y otra vez a demostrar y hacer indiscutiblemente, evidente, a despecho de la patética realidad capitalista salvaje, el reino del alma y del espíritu. Compartió y apoyó la proclamada indignación de la clase trabajadora y de la juventud contra la soberbia y despotismo capitalista, porque encerraba y encierra, unas medidas con cuya ayuda no sólo pueden desenmascararse los ya pasados y actuales intentos de esclavización de la humanidad, por muy solapados que se nos acerquen.
El Canto General, publicado en 1950, es el corazón de un ser humano luchador por la vida y la esperanza. Su poesía como realismo y fantasía nacida de la tierra y de su vida, alcanza el Premio Nobel de literatura. Su leal compañero y amigo de lucha, el Presidente de Chile, Dr. Salvador Allende Gossens, le saluda y felicita en nombre del Pueblo de Chile: “El Premio Nobel de Literatura ha sido otorgado a un chileno, a Pablo Neruda, este galardón, que incorporan a la inmortalidad a un hombre nuestro es la victoria de Chile y de su pueblo y, además, de América latina”. Nuestro Pablo Neruda le contesta, con una pregunta, al Presidente de Chile: “¿Cómo podría yo levantar la frente, iluminada por el honor que Suecia me ha otorgado, sino me sintiera orgulloso de haber tomado una mínima parte en la transformación actual de mi país?”.
Todos estos buenos deseos y reconocimientos fueron postergados, olvidados, echados en saco roto por los testaferros mercachifle del perverso sistema capitalista, que se apoderaron de la Patria de nuestro Pablo: La Fundación Neruda , la Editorial EDAF , etc. Casi cuatro décadas después de su asesinato sólo el Sindicato de CONGEMAR y la ADDHEE/ONG exigen verdad y justicia en la muerte del poeta Neruda y la devolución de la herencia dejada a su Pueblo, hurtada, plagiada en el marco del más brutal de los peculados en la historia de Chile, que dice relación con el patrimonio cultural del Pueblo y la Nación chilena.
El llamado de nuestro Pablo a los trabajadores, a los seres humanos de buena voluntad, a los poetas, en la conclusión de su discurso al recibir el Premio Nobel, parafraseando Rimbaud, “Sólo con una ardiente paciencia conquistaremos la espléndida ciudad que dará luz, Justicia Plena y dignidad a todos los seres humanos”, sigue golpeando las consciencias de las personas progresistas y de buena voluntad del planeta. Nuestro Pablo, hijo de ferroviario y de una profesora, genio universal, vivió, mejor dicho, luchó cada día como un creador de la cultura y también en el orden político y social. El sabía, que los esbirros del perverso sistema capitalista le asesinarían, recibió su muerte creando y luchando, porque también sabía que él no moriría, como no morirán, la mar, ni las campanas, ni los pueblos…
CONGEMAR y la ADDHEE/ONG han publicado la Antología Popular 1972 y el Canto General en el más irrestricto respeto por el testamento de nuestro Pablo: “Dejo a los sindicatos del cobre, del carbón y del salitre mi casa junto a la mar de Isla Negra. Quiero que allí reposen los maltratados hijos de mi patria, saqueada por hachas y traidores, desbaratada en su sagrada sangre, consumida en volcánicos harapos…”
Nosotros entendemos que la cultura es el alma del Pueblo y, por eso, la expresa sin esfuerzo. Debe ser autónoma, surgida del corazón mismo de la Patria. De lo contrario, se renunciaría a la calidad de Nación, para ser sólo un apéndice cultural, una factoría, una sucursal del imperialismo, un satélite sin vida propia, sin identidad, sin historia, sin pasado, ni presente, ni futuro.
En su Canto General, el poeta del amor y la esperanza, nuestro Pablo Neruda, de la Patria continente, Latinoamérica, heredada del libertador Gral. Simón Bolivar Palacios y Blanco, como ya lo he acentuado más arriba, es el corazón de un ser humano enamorado, un luchador por la vida. EL amor atraviesa toda su vida y toda su obra. Sin embargo, no sólo el amor es una constante, también es el Pueblo y su liberación.
Como Ser Humano universal espera que la Humanidad algún día de luz, Justicia Plena y Dignidad a todas las personas. Así, “la poesía no habrá cantado en vano y entonces el mundo será digno para todas las personas y no como hasta ahora, que los es sólo para algunas”.
Es triste constatar que hoy en día, los poetas, en su mayoría, tienen un cargo parecido al de un sacerdote católico. Ellos están en una iglesia vacía y cuando llega algún despistado, enajenado, en busca de la cháchara y del milagro por delegación que le permita escapar de su rutina, predican y nadie les escucha.
Los poetas en la arcadia capitalista salvaje globalizada, están amenazados por cuatro instrumentos del poder: El halago que dociliza, la celestina universal que corrompe, los medios mediáticos de comunicación globalizados y las inveteradas y rutinarias academias. Sólo, una minoría, de los que no sucumben, ejercen cierta influencia en la promoción del cambio social.
Al poeta, al escritor, al servicio del perverso sistema capitalista globalizado les interesa la fama y homenajes, intentos de trasladar una función espiritual al terreno comercial manejado por el inhumano y antisocial mercado.
La lucha del poeta, del escritor, es ante todo, despertar las consciencias dormidas y enajenadas. Aman la Humanidad que generalmente no lee sus obras y, sin embargo, cuanto las necesitan.
Nuestro Pablo, siempre se preguntaba: “¿Puede la poesía servir a nuestros semejantes? ¿Puede acompañar las luchas de los Seres Humanos?”.
Respecto a su Canto General afirma: “yo había caminado bastante por el terreno de lo irracional y de lo negativo. Debía detenerme y buscar el camino del humanismo, desterrado de la literatura contemporánea, pero enraizado profundamente a las aspiraciones del Ser Humano. Así, comencé a trabajar en mi Canto General”. Éste alcanza su mayor estatura cósmica e histórica en el poema Alturas de Macchu Picchu. En éste se enlazan las antiguas luchas del Ser Humano con las actuales. El comienzo es una serie de temas autobiográficos, en el quiso tocar por última vez el tema de la muerte, combinado con la realidad histórica Este poema señala la conjunción de los elementos ideológicos que permiten comprender el significado del canto. El personaje principal de el, se detiene frente a las ruinas, sobrecogido por el asombro y la majestad del paisaje, para recordad los dolores, la persecución y el exilio. Le conmueve el destino del Ser Humano que habitó ese mundo de piedra y que tuvo que construir cada día la fortaleza de su propia muerte. Invita al esclavo a encarnarse en la voz y en la sangre del poeta, para reasumir su destino de lucha…
Las Alturas de Macchu Picchu es un largo poema estructurado en doce partes y en la sucesión de cada una van tomando cuerpo las incertidumbres, las interrogantes y las esperanzas del poeta. El poema es un largo canto a la suerte del destino latinoamericano. Y a la vez, un sentido homenaje a una vida desaparecida que tiene su raigambre en el profundo amor al Ser Humano latinoamericano.
Su poesía es emotiva, impetuosa y profundamente sentida. Las Alturas de Macchu Picchu es uno de los ejemplos más logrados de la síntesis de forma y fondo conseguida por este gran poeta universal.
La preocupación de nuestro Pablo por los problemas sociales del Ser Humano en general, y Latinoamérica en particular, aporta a su obra una mayor trascendencia, a la vez que la enriquece con variados matices. A pesar de dar una visión un poco trágica de la historia, nuestro Pablo posee un elevado concepto de Ser Humano, el cual es propio de los grandes poetas épicos de todos los tiempos.
El Canto General deja entrever una gran confianza en el destino del Ser Humano y de la Humanidad, a la vez que es un canto de dolor, esperanza y vida. Una especie de compromiso histórico ante el Ser Humano latinoamericano. Con la identificación del fenómeno estético, el fenómeno social y la índole épica de sus poemas, nuestro Pablo Neruda representa la grandeza latinoamericana elevada a planos verdaderamente universales…
En esta época orweliana, cuando todo un sistema capitalista salvaje globalizado tambalea, derrotado, es incapaz de solucionar los problemas del Ser Humano y, desde sus entrañas, comienza a surgir una nueva sociedad a escala humana, con un irrestricto respeto por la Dignidad, los Derechos del Ser Humano y su entorno ecológico, el poeta, el escritor progresista, de éste espacio y tiempo, pueden adoptar sólo dos actitudes vitales básicas: o rechaza o acepta lo arcaico, lucha por el nuevo desafío o lo repudia, es “Yunque o martillo”.
Que los anhelos y empeños del poeta del amor y la esperanza, nuestro Pablo Neruda, no sólo sirvan de consuelo, sino que sean descubiertos, a su propia manera, por cada persona consciente –trabajador o joven–, es el sentido de la lucha de un Ser Humano universal, que, acentúo, jamás se dio el lujo de darse por vencido, por el contrario, se obligaba una y otra vez a demostrar y hacer indiscutiblemente evidente, a despecho del patético presente capitalista salvaje, el reino del alma y del espíritu.
“América no invoco tu nombre en vano.
Con la verdad del Pueblo, la eternidad del canto”

sábado, 11 de junio de 2011

La intrahistoria, como la historia, amoral del castigado por la crisis y del castigador capitalista


11-06-2011

La intrahistoria, como la historia, amoral del castigado por la crisis y del castigador capitalista



Erskine Caldwell, de padres pobres y viajeros a través de EEUU a causa de la falta de trabajo, fue otro preso de los propietarios de los grandes medios de producción, y escribió. Erskine Caldwell, apenas conocido por los castellano0 hablantes publicó en los años 30 del siglo XX la novela “El camino del tabaco”, concebida con materiales procedentes de su propia experiencia, podemos imaginarlo en horas de deshecho sobre su cuaderno como quien rema contracorriente, mientras pasaba por diversos oficios fue labrando cuadernos hasta obtener una cosecha que le situó en la gran literatura estadounidense. La novela sin embargo sufrió nada más salir la prohibición porque pareció a las instituciones de su ciudad que sacaba a la luz algo inconfesable sobre la vida que allí la clase dominante daba a los trabajadores. Una vez que se autorizó las ventas resultaron millonarias, John Ford hizo una película con la obra literaria y el teatro se ocupó de ella manteniendo la obra en cartel durante una década.
Con mirada objetiva, Caldwell, expone la historia de una familia blanca del sur arruinada que habiendo sido propietaria de tierras, debido a la circunstancia señalada, las entregó a un capitalista a cambio a cambio de trabajar en ellas. El nuevo propietario, un financiero en busca de otras inversiones más rentables, las abandonará dejando a los personajes en la situación más extrema de pobreza que deja ver el estado más primitivo, pero impregnado de hábitos y creencias incursos en la sociedad que entonces les margina.
Caldwell expone con persistencia narrativa propia del naturalismo las tribulaciones de la familia encabezada por Jeeter Lester, y en ello vemos el estado de conciencia entre los campesinos que habiendo tenido tierras en un momento determinado, no han podido sumarse a los cambios ni conciben actuar en conjunto contra los causantes de su desastre.
Los personajes, como hace hincapié el naturalismo, parecen arrastrados por el destino, en este caso aluden a un mandato divino que cumplir, y están dispuestos a no renunciar a él, aunque tampoco nunca han aspirado a nada. A esto se suman las contradicciones sobre las que se estructura la sociedad, de género y de clase: “- El Señor hizo la tierra y me puso a mi sobre ella para cultivarla (dirá el protagonista). Es lo que he hecho, y mi padre antes que yo, durante los últimos cincuenta años, y eso es lo que estaba dispuesto. Esas condenadas hilanderías son para que trabajen las mujeres. Esos no son sitios para un hombre; allí se pasan el tiempo con ruedecitas e hilos todo el día. Les digo que es un trabasjo maldito para un hombre, toda su vida arrollando hilos en carretes. ¡No ¡ Fuimos puestos aquí en la tierra, donde crece el algodón, y mi trabajo es hacerlo crecer. No quisiera tener nada que ver con las hilanderías ni aunque pudiese ganar en ellas hasta quince dólares a la semana. Me quedaré en el campo hasta que me llegue el turno de morir.
-Como quieras, Jeeter, pero mejor sería que te lo pensaras bien y te fueses a trabajar a las hilanderías. … Tú y tu mujer juntos podríais ganar veinte o veinticinco dólares a la semana haciendo lo mismo, y no ganas nada quedándote aquí. Los dos tendréis que ir a vivir al asilo muy pronto si os quedáis aquí, tratando de cultivar algodón.
-Entonces serán los ricos los que nos hayan llevado allí-dijo Jeeter-. Si tenemos que ir a vivir al asilo, será porque los ricos tienen todo el dinero que debería estar repartido entre todos nosotros y no lo quieren soltar y darme un poco de crédito para conseguir semilla y grano.
-No tienes ni una gota de sentido común, Jeeter. Ya deberías saber que no puedes cultivar nada; hace falta ser rico para llevar adelante una plantación en estos tiempos. Los pobres han de trabajar en las hilanderías.”
De todos los hijos de Jeeter sólo uno se ha quedado con él, los demás se han ido a las hilanderías, y en el que se ha quedado encontrará la continuación, la repetición que el naturalismo hace desprenderse por su misma concepción, la continuidad genética negando los cambios y, como presenta la novela, sin concebir horizontes que prometan, que alumbren, que incentiven la conciencia. No parece haber nada más allá, ni en el ser individual ni en el ser social; la dialéctica materialista de la Historia espera ser reconocida. Aunque los ladrones financieros hacían los negocios igual que hoy, se nos cuenta la historia del préstamo que le hacen a Jeeter para que plante algodón y cómo le cobrar por darle el dinero, cómo suben los intereses imposibles de pagar y cómo tras un año de trabajo de la familia sembrando, cultivando, recogiendo y vendiendo el algodón se quedan los prestamistas con todo el dinero obtenido y aún les declaran una deuda que tienen que hacer efectiva de tres dólares; ejemplo para la actual crisis, el protagonista dice a los usureros:
“-Ustedes los ricos de Augusta, a los pobres nos desangran hasta vernos muertos; ustedes no trabajan nunca, pero se llevan todo el dinero que hacemos nosotros,…
Los cobradores de la compañía dejaron hablar a Jeeter y, cuando terminó, se rieron de él, subieron a su automóvil y se marcharon a Augusta”.
Crisis capitalista de 1929, el desprestigio del capitalismo esta apunto de hacer desaparecer EEUU, que arrastraría después a las burguesías de Europa a la Segunda Guerra tras la absorción del dinero por parte de los bancos, empezando por los usureros yanquis. ¿La guerra entre las burguesías o contra otros por parte de las burguesías que han creado la crisis de su propio sistema, es la manera de que el capitalismo se recupere y reconstruya?, eso es lo que sucedió. ¿Son las guerras que han creado y en las que están metidos los gobiernos capitalistas, la última la de Libia, una parte de su reconstrucción? ¿cuántas guerras más van a emprender para reconstruir el capitalismo? ¿para qué quieren el armamento nuclear los capitalistas? ¿Se ha puesto en marcha una iniciativa que agrupe a los opositores al capitalismo, al sistema que nos arrastra a la destrucción?
“El camino del tabaco” sitúa a los trabajadores en la mayor desgracia en un estado primitivo, con un comportamiento amoral, depredador entre ellos mismos, sin propósito común para el conjunto, y es que el sistema capitalista, la gran burguesía que es la propietaria de los medios de producción, tiene una inversión de su figura en esos desterrados, porque son los usureros explotadores el cuerpo entero y verdadero más amoral que existe.
Título: El camino del tabaco.
Autor: Erskine Caldwell.
Traducción de Horacio Vázquez Rial.
Editorial: Alba.
Ramón Pedregal Casanova es autor de “Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios”, edita Fundación Domingo Malagón y Asociación Foro por la Memoria (asociacion.foroporlamemoria@yahoo.es)

viernes, 10 de junio de 2011

Reseña de Capitalismo verde. Una mirada a la estrategia del BID en cambio climático


10-06-2011

Reseña de Capitalismo verde. Una mirada a la estrategia del BID en cambio climático
El despliegue de los ajustes del capital se enmarca en la tendencia de dominar con sus leyes todo lo que pueda

Observatorio Petrolero Sur


¡Girasoles!, ¡osos, iguanas, animales exóticos!, ¡árboles, hojas o gotas de agua..!, son hoy imágenes recurrentes en propagandas de grandes empresas y de organizaciones que buscan mostrar ante la opinión un gran interés por las problemáticas ambientales y el futuro que le depara a la humanidad, a la vez que ocultan la realidad de una sociedad altamente consumista e inequitativa y los impactos socioambientales de la producción del capital.
Más allá del efecto que buscan, conviene mirar a qué responde ese andamiaje comunicativo. El capital necesita hacer un ajuste ecológico o verde, pues ha tenido que reconocer los enormes impactos ambientales generados por su modo de acumulación y por la ideología del progreso que impulsa (Gudynas, 2010). Y lo hace porque los impactos también lesionan sus posibilidades de acumulación.
El ajuste consiste en integrar la naturaleza y los seres como bienes escasos en el campo de los valores de uso, capitalizando (1) así las condiciones de producción para permitir la sostenibilidad del capital (O’Connor, 1994). Es decir, ya no se utilizan solamente como simples fuerzas productivas.
El término con el que se entiende aquí de manera amplia esta variación o ajuste verde del capitalismo será capitalismo verde y hace referencia a una etapa del capital en la que se considera el mercado como el principal medio para responder a la crisis ambiental global. ¿De qué manera? Integrando consideraciones ambientales en la economía y los procesos de producción y creando nuevos mercados, denominados verdes y limpios, ello para permitir la reproducción del capital y una salida a la crisis económica y energética, sin alterar las relaciones sociales y de producción del sistema capitalista.
El capitalismo verde se puede asimilar con lo que Escobar (1996) describe como la forma postmoderna del capital ecológico, refiriéndose con esta noción a la conquista semiótica de la naturaleza y la vida que posibilita el uso sostenible y racional del medio ambiente; o con el capitalismo benévolo de Gudynas (2010), que a través de “ajustes” ecológicos busca integrar la naturaleza en el mercado, mientras mantiene un modelo extractivista con profundos impactos sociales y ambientales. Gudynas advierte que ese capitalismo no niega sus impactos, ese no es su propósito; lo que pretende es sí “administrarlos”, compensarlos o amortiguarlos con programas sociales que permitirán legitimar el modelo y apaciguar la protesta social.
En este texto se verá entonces el capitalismo verde desde los diferentes “ajustes verdes” que pone en marcha el capital para resolver las siguientes necesidades de su proceso de expansión: limpiar la imagen de las tradicionales formas de explotación del capitalismo cuestionadas por sus impactos sociales y ambientales; concebir nuevos fundamentos para el modelo de crecimiento económico y así mantener vigente el paradigma del desarrollo, el cual se encuentra en crisis ante la incapacidad de responder a problemas ambientales generados por el mismo y a una mayor crisis civilizatoria que lo desborda; garantizar una mayor cantidad de recursos naturales y servicios ambientales para la reproducción del capital; y apaciguar la creciente protesta social y resistencia ligadas a las luchas por el agua, la soberanía alimentaria, la diversidad y la defensa del territorio.
El despliegue de los ajustes del capital se enmarca en la tendencia de dominar con sus leyes todo lo que pueda: eso implica ver la naturaleza, la diversidad o el conocimiento ancestral como nuevas formas susceptibles de ser explotadas, creadoras de ganancia y determinadas por el mercado. Un claro ejemplo de ello es el Pacto Verde Mundial promovido por el PNUMA (Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente) en 2008, producto de una iniciativa para, promover un plan global para una “revolución industrial verde” que incentive las inversiones en una nueva generación de activos, como los ecosistemas, las energías renovables, los productos y los servicios derivados de la diversidad biológica, las tecnologías para el manejo de productos químicos y residuos, así como de mitigación del cambio climático y las “ciudades verdes” (edificios, construcciones y sistemas de transporte inocuos para el ambiente) (Cepal, 2010: 59).
En esta dinámica han surgido distintas categorías como: “crecimiento verde”, “ambientalismo de mercado”, “marketing verde”, “industrias verdes”, “economía verde”, entre otras, que hacen referencia a aspectos específicos del capitalismo verde, pero su expresión global y hegemónica se encuentra representada en los acuerdos promovidos en la CMNUCC (Convención Marco de las Naciones sobre Cambio Climático) (2) y en las medidas adoptadas por corporaciones, organismos multilaterales e instituciones financieras en relación a estos.
Es por ello que resulta importante identificar ¿cuáles son los caminos que toma el capitalismo verde para hacerse real y adquirir forma?, pasando de un discurso que maquilla la privatización del agua o la biodiversidad a una transición hacia nuevas tecnologías, formas de extractivismo cobijadas por perspectivas de desarrollo “limpias” y nuevos mercados con complejas formas de regulación que definen una “gestión” o “manejo” ambiental a partir de mecanismos financieros.
Para responder esta pregunta, se caracterizará la estrategia que viene implementando el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) en materia de cambio climático, dado que su enfoque, estrategia y operaciones permiten identificar tanto la expresión global de dicho ajuste, como también el papel que desempeñan los gobiernos nacionales, el sector privado, la banca y sectores de la sociedad civil de América Latina en el proceso de capitalización de la naturaleza y de puesta en marcha del ajustes verde en diferentes ámbitos (político, económico, técnico, financiero, institucional, etc.).
De acuerdo a esto se verá cómo la economía del cambio climático y el desarrollo bajo en carbono representan la expresión global del ajuste verde de los marcos políticos y económicos que permiten responder a las necesidades del capitalismo en su expansión y que son a su vez el marco de la estrategia aplicada por el BID en cambio climático. Estrategia que requiere contar con marcos de regulación internacionales que faciliten la canalización de recursos financieros hacia los países de la región latinoamericana, razón por la que se define un alto interés en la adopción de un acuerdo vinculante en la CMNUCC que de mayor fuerza al desarrollo de reformas políticas, legales, comerciales y financieras y de capacidades técnicas e institucionales que den mayor dinamismo a los mercados del cambio climático en la región.
Por último, se tratarán operaciones del BID que hacen concreta su estrategia en cambio climático, la cual tiene paralelos con los programas de ajuste estructural de finales de los 70 (Garzón, 2010), caracterizados por, el fortalecimiento del sector privado; el diseño de una arquitectura institucional a nivel de país que permita la aplicación de las prioridades identificadas desde el sector bancario; la elaboración y reforma de marcos normativos; los diálogos tripartitos (gobiernos, empresas, sociedad civil) en los cuales los bancos se han autodesignado como facilitadores para la negociación entre actores; la sustitución de regulaciones y principios para la protección de los derechos económicos, sociales, ambientales y culturales contenidas en tratados y convenios internacionales por débiles políticas institucionales; y la aplicación de “recetas” regionales sin atención a las particularidades de cada país (Garzón, 2010: 41).
De tal manera que en estas operaciones se delinea la manera en que se establece una relación entre diferentes actores y sus roles en el desarrollo de los diferentes ajustes verdes para definir y legitimar el mercado como principal forma de responder al cambio climático y alcanzar los objetivos del capitalismo verde en la ampliación de la matriz energética, un lavado verde del modelo extractivista y la implementación de una geopolítica del cambio climático que abra paso al capital transnacional para su entrada directa en aquellos territorios aun diversos y/o con un alto suministro de agua en la región latinoamericana.
El documento consta de 4 secciones: Economía del cambio climático en América Latina, donde se abordan los fundamentos de las políticas de cambio climático; Desarrollo y cambio climático, en la cual se busca evidenciar la nueva dimensión que el desarrollo adquiere en su preocupación por el cambio climático; Estrategia del BID en cambio climático, donde se caracteriza la construcción del BID al respecto y los componentes de la estrategia; y Operaciones del BID en cambio climático: que muestra las reformas políticas en cambio climático, el fortalecimiento de la banca comercial y de desarrollo en el financiamiento climático, lavado verde del extractivismo y ampliación la matriz energética, y las organizaciones de la sociedad civil como agentes de mercado en la geopolítica del cambio climático.
Título: CAPITALISMO VERDE. Una mirada a la estrategia del BID en Cambio Climatico
Autor: Diego Rodríguez Panqueva
ISBN-10(13): 978-958-99801-2-5
Editorial: CENSAT Agua Viva - Amigos de la Tierra Colombia
Fecha de publicación: abril de 2011
Páginas: 32

Índice
Capitalismo verde Una mirada a la estrategia del BID en cambio climático 3
1. La economía del cambio climático en América Latina 6
2. Desarrollo y cambio climático en América Latina 8
2.1 Desarrollo bajo en carbono 10
3. estrategia del BID en cambio climático 13
4. Operaciones del BID en cambio climático 16
4.1. Reformas políticas en cambio climático 16
4.2. Fortalecimiento de la banca comercial y de desarrollo en el financiamiento climático 19
4.3. Lavado verde del extractivismo y ampliación de la matriz energética 20
4.4. Organizaciones de la sociedad civil como agentes de mercado en la geopolítica del cambio climático. 22
Conclusiones 26
Bibliografía 27
Siglas 30
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Notas
1 “Por capitalización se entiende la representación del medio biofísico (naturaleza y de las economías no industrializadas, así como de la esfera humana doméstica (naturaleza humana) como reservas de «capital», y la codificación de estos stocks como propiedad susceptible de ser comercializada «en el mercado», es decir, que puede venderse a un precio que represente el valor (utilidad) del flujo de bienes y servicios como factores de producción (inputs) de artículos básicos y en el consumo” (O’Connor, 1994: 16).
2 La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático surge con la necesidad de reducir la concentración de gases efecto invernadero en la atmósfera y con ello evitar una interferencia antropogénica peligrosa al sistema climático. Es la mayor instancia internacional en la cual se reúnen gobiernos del mundo para definir los diferentes mecanismos mediante los cuales se logre este objetivo, siendo el protocolo de Kyoto el acuerdo más avanzado en la materia.
Fuente: http://opsur.wordpress.com/2011/06/02/capitalismo-verde-una-mirada-a-la-estrategia-del-bid-en-cambio-climatico/

jueves, 9 de junio de 2011

Para que nos dejen respirar


09-06-2011

Reseña: Javier Mestre, Komatsu PC-340. Caballo de Troya, Madrid, 2011
Para que nos dejen respirar

Mundo Obrero


Komatsu PC-340 no es ninguna escisión tardo-numérica del PC coreano. Podía serlo pero no lo es. “Komatsu PC-340” es el nombre de un prototipo de maquinaria de excavación usada con frecuencia en las obras públicas y es, por este motivo, el nombre de la primera novela de Javier Mestre, un periodista y profesor de lengua y literatura que colabora con frecuencia en medios alternativos de la red. Que se fuera escaldado de la cadena SER o del diario Levante son dos importantes entradas de su curriculum. Para enmarcarlas. Komatsu PC-340 es muchas cosas a la vez. La principal acaso: una magnífica historia de amor entre Victoria, una ingeniera de clase bien situada que salta desde una clase privilegiada, sin apenas protección, como el que lee un razonable manifiesto de jóvenes rebeldes, y Santiago, un obrero, un maquinista que como ella trabaja en las obras infernales de la construcción de la M-30 y que es, en sí mismo y en sus alrededores, un homenaje merecidísimo al Madrid resistente, al PCE, a la ciudadanía que no ha claudicado ni tiene intención alguna de claudicar. Vivieron, viven y quieren seguir viviendo erguidos, de pie, sin arrodillarse a dictados ajenos e interesados.
De las cosas mejores que puede decirse de una novela es que enganche. No la tomamos, de hecho, nos toma. Komatsu lo consigue. Es difícil, muy difícil, dejarla una vez hemos entrado en ella. Advertidos están por si tienen compromisos. También de lo mejor que puede señalarse de una narración es que enseñe. Komatsu lo hace y no sólo sobre los entresijos casi inimaginables de determinados momentos históricos recientes sino educándonos en nuestra sensibilidad y aproximación a los seres menos protegidos y más desfavorecidos de nuestra sociedad. Seres casi trasparentes para nosotros que, en ocasiones, si no nos empeñamos, apenas logramos percibir.
Está en Komatsu, por otra parte, una crítica documentada al capitalismo realmente existente, a los poderes públicos que le son serviles y a una concepción fáustica de la tecnología que la convierte no en un instrumento afable que permita prolongar nuestras habilidades y facilitar la realización de nuestras tareas más difíciles, sino en un mecanismo casi autónomo, todo poderoso, que, sin más consideraciones, arrasa con todo y con todos, incluidos aquellos que supuestamente controlan la situación. Ningún obstáculo detiene sus ansias de conquista, de transformación y los enormes intereses que la alimentan.
Sin dejar de reconocer la importancia de los dos personajes centrales me permito señalar esos otros personajes laterales que también pueblan la geografía del autor y de la novela que nos ha regalado. Y no sólo, digámoslo así, los personajes a los que podemos sentir próximos sino también algunos que sólo pueden merecer nuestro máximo alejamiento. Germán, el novio inicial de Victoria, es prototipo de ellos. Reales como la vida misma, magníficamente descritos.
Hay, desde luego, y no está cogida por los pelos, una lectura feminista de “Komatsu”. No sólo por la grandeza humana de la protagonista sino por los valores poco masculinos que dan vida y ser a su compañero, a Santiago, un militante incansable con cabeza, con rebeldía inagotable… y con corazón tendido al sol y a la vida. También para él, como el mejor Octavio Paz, amar es combatir (como lo sería, seguramente, para Pedro Racionero a quien está dedicada la obra).
Se apunta en la contraportada del libro la propuesta esencial de esta novela que merece nuestra atenta lectura: que se nos deje respirar. Es otra forma de decir, de exigir, que se nos deje vivir. Javier Mestre, a través de sus protagonistas, nos sugiere cómo hacerlo, y cómo conseguirlo sin permiso, sin la aprobación de fuerzas e individuos sin rostro que han promulgado su sentencia, una y mil veces: condena perpetua con abandono de toda esperanza. ¡No lo conseguirán! ¡Respiraremos y viviremos con dignidad!

jueves, 2 de junio de 2011

El Che Guevara, ejemplo de vida para las nuevas generaciones


02-06-2011

Prólogo de a la versión argentina de En la selva
El Che Guevara, ejemplo de vida para las nuevas generaciones

Editorial «Amauta Insurgente»


Este libro que ahora está en tus manos condensa un trabajo de muchos años de investigación, estudio y militancia.
Nuestro primer acercamiento al pensamiento del Che Guevara se produjo en los últimos años de la escuela secundaria, todavía bajo la dictadura militar argentina. Un compañero nos regaló unas fotocopias totalmente gastadas y descoloridas de su hermana mayor que para nosotros significaron la joya más preciada. Se trataba del libro de Michael Löwy El pensamiento del Che Guevara. Por esos años habíamos leído y estudiado aproximadamente unas 50 veces, o quizás más, el mensaje del Che a la juventud (que los compañeros cubanos publicaron con el título “¿Qué debe ser un joven comunista?”). En esa secundaria, la primera cartelera del Centro de Estudiantes que hicimos, siempre bajo dictadura militar, la inauguramos con una cartulina blanca con la cara del Che y su entrañable “Carta a mis hijos” reproducida con marcadores y fibras escolares. Nuestra primera revista escolar se llamó La trinchera. Su primera portada llevaba el rostro del Che y una estrella roja de cinco puntas, también pintada artesanalmente con marcadores (una por una). En medio de la movida de esa revista cortamos la calle y tomamos la escuela, a amigos nuestros los expulsaron, nosotros terminamos presos en la comisaría. El Che nos acompañó desde nuestra primera militancia adolescente, cuando un sector importante de la izquierda institucional argentina —la que quedó viva luego del genocidio del general Videla— lo veía como “un extremista”, “un romántico idealista”, “un aventurero” o simplemente como “un foquista”.
Muchos años después fuimos a Cuba. Conocimos compañeros suyos que habían combatido junto a él en Sierra Maestra, en el Congo, en Bolivia. Los entrevistamos. También conversamos y grabamos a los principales especialistas en su obra. Nos trajimos un cargamento de libros y materiales. Seguimos profundizando.
Nuestro primer escrito teórico sobre el pensamiento del Che fue publicado en 1989, en medio de la debacle ideológica de la Unión Soviética (URSS) y del sandinismo (Nicaragua), mientras militábamos en la villa miseria «Carlos Gardel» (ubicada en la provincia de Buenos Aires), durante los nefastos tiempos de Raúl Alfonsín (cuyos intelectuales se reían de Guevara y lo caracterizaban como “el otro demonio” equiparable al terrorismo de estado). Allí, en ese primer ensayo, titulado “Marxismo y humanismo”, confrontábamos al Che Guevara y su lectura de El Capital con Louis Althusser (y elípticamente, con Marta Harnecker, su principal discípula latinoamericana, de gran influencia en Argentina y en todo el continente). Luego, en 1992, en pleno auge del neoliberalismo a escala mundial, nos fuimos a Bolivia. Allí, junto a guevaristas bolivianos publicamos nuestro segundo texto teórico sobre el Che (bosquejo del artículo “El Che Guevara y la filosofía de la praxis”, aquí incorporado).
Hasta que en 1997, ayudados por el Centro Che Guevara de La Habana, inauguramos la primera Cátedra Che Guevara en la Universidad de Buenos Aires (UBA), como parte de un colectivo de trabajo bastante heterogéneo. Las Cátedras Che Guevara proliferaron por todo el país. Recorrimos innumerables ciudades argentinas con ese mensaje. El Che era —para nosotros— el mejor antídoto contra el neoliberalismo de Carlos Saúl Menem, uno de los personajes más bizarros y miserables de nuestra historia política.
Desde aquel lejano 1997 hasta hoy pasó mucho tiempo. Las modas van cambiando. La “onda del momento” es muy errática. Algunos compañeros abandonaron el barco, ya no se sentían afines. Giraron entusiastas hacia el posmodernismo de Toni Negri. Otros y otras se desplazaron subrepticiamente hacia el multiculturalismo y el autonomismo. Las opciones “a la moda” fueron de lo más variadas. Nosotros continuamos batallando con la Cátedra Che Guevara y la formación política de la militancia de base. En la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, en el Hotel Bauen (recuperado), en la fábrica textil Brukman (recuperada), en la Escuela piquetera de formación política 22 de agosto «Héroes de Trelew» que funcionó en una fábrica textil de Florencio Varela (barrio periférico de la provincia de Buenos Aires), en la villa miseria «1-11-14» del Bajo Flores (villa ubicada en plena capital federal), en la Universidad de Buenos Aires, ahora en la Universidad de los Trabajadores inaugurada en la fábrica metalúrgica IMPA (recuperada) o donde sea. También inauguramos Cátedras Che Guevara en Chile y Bolivia y la Escuela de cuadros «Manuel Marulanda» en Venezuela, además de participar en la Escuela Nacional Florestan Fernandes (ENFF) del Movimiento Sin Tierra de Brasil. Con viento a favor, con viento en contra. Siempre remando y haciendo trabajo de hormiga en la misma dirección, teniendo como faro y horizonte al Che Guevara, a Mariátegui y a Bolívar. Con el pesimismo de la razón, pero con el irrenunciable optimismo de la voluntad.
Todos los análisis y estudios incorporados a En la selva constituyen el producto de esa historia personal que al mismo tiempo es una historia política colectiva. Su fuente de inspiración puede resumirse en dos actividades paralelas.
Por un lado, años y años de investigación (el material inédito del Che Guevara en Bolivia nos lo entregó generosamente Tristán Bauer hace como diez años... bastante tiempo para invertir en un libro, no es una investigación redactada de apuro en un fin de semana). Nos tomamos en serio la tarea de indagar, profundizar y estudiar al Che. No nos satisface repetir tres consignas superficiales. Guevara se merece un estudio en serio.
Por otro lado, años y años de militancia voluntaria (jamás cobramos un solo peso) en la Cátedra Che Guevara y en todos los espacios de formación antes mencionados.
Militancia, investigación y estudio. Ese es el “secreto” de este libro. Así lo hicimos. Como actualmente (fines de mayo de 2011) continuamos impulsando la Cátedra Che Guevara lo utilizaremos para continuar la batalla de las ideas y la formación de la militancia de base con el objetivo de formar cuadros revolucionarios. Nuevos jóvenes se acercan hoy al Che. Ojalá sean sus continuadores. Como decía Lenin, no hay nada más divertido… que luchar por la revolución.
Aunque de gestación y escritura argentina, En la selva salió publicado por primera vez en Venezuela, gracias al apoyo de los compañeros bolivarianos de Misión Conciencia, la Escuelita “Un grano de maíz” y el periódico Debate socialista. La primera presentación de todas se hizo junto a los obreros y obreras del petróleo, organizados en la agrupación sindical Vanguardia Obrera Socialista (VOS) y en los núcleos sindicales de trabajo voluntario de la costa oriental del lago de Maracaibo. El libro se distribuyó gratuitamente, principalmente entre los trabajadores y en la juventud. Y además se publicó en Internet, tanto en la página web de nuestra Cátedra Che Guevara-Colectivo Amauta como en varias otras páginas amigas de comunicación alternativa (Rebelión, La Haine, La Rosa Blindada, Kaos en la red, Revolución o muerte, etc).
En el momento en que redactamos este prólogo a la edición argentina, el libro En la selva ha sido ya traducido al gallego-portugués y está siendo publicado —nos referimos a ediciones en papel, no solo digitales— en Galiza y Portugal por las organizaciones Primera Línea (comunista independentista de Galiza) y Política Operaria (de Portugal). En estos momentos se está evaluando una edición por parte de compañeros brasileños a partir de esa misma traducción al portugués. También está siendo traducido al idioma euskera y publicado por los revolucionarios abertzales que luchan por la independencia y el socialismo de Euskal Herria (el país vasco). En León (dentro del estado español) militantes del sindicato ferroviario han propuesto editar el libro con dinero de sus salarios para la formación de su militancia sindical y de la juventud.
Asimismo, En la selva está siendo publicado en estos momentos en Venezuela y Colombia por la nueva editorial vinculada al Movimiento Continental Bolivariano (MCB), Gente del sur-Insur-gente, acompañado por un extenso prólogo (en realidad un estudio preliminar) del comandante Jesús Santrich, integrante del estado mayor central de las FARC-EP (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo). Asimismo está siendo publicado en Chile por iniciativa del FPMR (Frente Patriótico Manuel Rodríguez) y en Uruguay por parte del Movimiento 26 de marzo (M-26).
Agradecemos de corazón a todos estos compañeros de América Latina y del mundo que se han sentido representados por lo que este libro intenta compartir, tanto por lo que el Che Guevara escribió y reflexionó en sus últimos días de combate como por los estudios que acompañan esos textos.
Evidentemente el guevarismo no es algo “nostálgico”, un producto mercantil pasado de moda y sepultado en los años ’60 o un inofensivo ícono posmoderno. Que las principales fuerzas sociales y políticas insurgentes, e incluso político militares, que en pleno siglo XXI siguen luchando por un mundo mejor, se hayan apropiado de este libro y lo publiquen como material propio de sus organizaciones nos llena de orgullo y de honor (ojalá alguien lo traduzca y pueda acercárselo también a los compañeros y hermanos palestinos). Ninguna de esas ediciones busca dinero ni pretenden convertir al Che en una mercancía de shopping. Esas organizaciones hermanas, insurgentes, bolivarianas y guevaristas, publican En la selva para que sirva en la lucha contra el sistema capitalista mundial. Eso está más que claro, ¿no es cierto?
Si esas son algunas de las principales ediciones que se están gestando y publicando en diversos países del mundo, al menos hasta ahora (fines de mayo de 2011), dos palabras específicas para esta edición argentina.
Aquí, en Argentina, el libro sale publicado en conjunto por dos sellos editoriales: «Amauta insurgente» y «Hombre Nuevo».
El primero, «Amauta insurgente», corresponde a nuestra Cátedra Che Guevara y a nuestro Colectivo. A lo largo de todos estos años de militancia y trabajo de formación política hemos publicado muchísimos materiales —incluyendo algunas joyas de difícil acceso que hemos rescatado del olvido— pero como nunca tenemos dinero, ya que siempre realizamos nuestra tarea con trabajo voluntario, editamos nuestros materiales en formato digital por Internet. Los difundimos en www.amauta.lahaine.org También publicamos numerosos cuadernillos en papel, pero en formato artesanal. Este es el primer libro que editamos.
La otra editorial, «Hombre Nuevo», que en su momento conocimos gracias a nuestro común amigo Orlando Borrego (amigo y colaborador de Ernesto Guevara, e invitado a nuestra cátedra en varias oportunidades), tiene su propia historia. Luego de años, nos reencontramos con estos compañeros gracias a los amigos de la fábrica recuperada IMPA, donde funciona la Universidad de los Trabajadores y nuestra cátedra.
Además de constituir la continuidad de la publicación de los libros guevaristas de Orlando Borrego El camino del fuego y Recuerdos en ráfaga por ellos editados (y presentados en nuestra Cátedra Che Guevara), accedimos a publicar en común junto con los compañeros de la editorial «Hombre Nuevo» porque consideramos que la revolución en Argentina tendrá que contar necesariamente con la convergencia de diversos afluentes.
Nosotros le dedicamos expresamente En la selva a Mario Roberto Santucho y a la corriente guevarista que Robi representó (el Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo) y con la cual nos sentimos ideológica y políticamente identificados. Pero al mismo tiempo le dedicamos esta obra a nuestros 30.000 compañeros desaparecidos, donde indudablemente también están —entre muchos otros y otras— los compañeros y compañeras de Montoneros. Nosotros reivindicamos sinceramente, sin oportunismo alguno, a todos los compañeros caídos y desaparecidos, no sólo de Montoneros sino de todo el arco del peronismo revolucionario en su conjunto, incluyendo también a las FAR, a las FAP, al Peronismo de Base, a ARP y a la resistencia al golpe gorila de 1955. ¡Todos son nuestros compañeros!
Sin ninguna duda Rodolfo Walsh, Carlos Olmedo, Marcos Osatinsky, Rodolfo Puiggrós, Rodolfo Ortega Peña, Alicia Eguren y John William Cooke también son nuestros compañeros y nuestros guías, aunque sintamos mayor afinidad política e ideológica por la corriente guevarista de Robi Santucho, Raymundo Gleyzer, Haroldo Conti, Silvio Frondizi, entre otros.
El Che Guevara no tiene dueño ni es propiedad privada de nadie. Por eso lo editamos en conjunto dos editoriales con orientaciones diversas. Cada uno lo interpela desde su propia historia y su propia identidad. En la selva constituye nuestra manera de interpelarlo y traerlo a nuestro presente. Nada más que eso. Como demuestran otras insurgencias, la revolución socialista argentina, necesariamente deberá recuperar todas las rebeldías del pasado, incluyendo también —dicho sea de paso— las anarquistas de la Patagonia rebelde de inicios del siglo XX y toda la gente que peleó y murió para cambiar este país que tanto se resiste a cambiar pero que alguna vez lograremos, por fin, dar vuelta en forma completa y reordenar de raíz.
Ojalá este modesto libro sirva fundamentalmente para la gente joven, para comenzar a formar nuevos militantes revolucionarios del campo popular que, siguiendo el ejemplo insurgente del Che, estén dispuestos a poner en riesgo su vida no por dinero ni por un puestito político o alguna otra mezquindad mediocre, sino por un proyecto colectivo mediante el cual logremos la felicidad de nuestro pueblo, la Patria Grande latinoamericana, la revolución socialista y nuestra segunda y definitiva independencia.

En el aniversario del cordobazo, Boedo, 29 de mayo de 2011
* Este texto es el prólogo Prólogo de a la versión argentina de En la selva (Los estudios desconocidos del Che Guevara. A propósito de sus Cuadernos de lectura de Bolivia)

Un gran poema caribeño de Aimé Césaire


02-06-2011

Cuaderno de un retorno al país natal
Un gran poema caribeño de Aimé Césaire

La Ventana

Dentro del conjunto de títulos del escritor martiniqueño Aimé Césaire, destaca el extraordinario poema Cuaderno de un retorno al país natal, que comenzó a escribir en 1939

La obra poética de Aimé Césaire, nacido en Basse-Pointre, Martinica, en 1913, y fallecido en la capital de su país en 2008, es la de un clásico de la literatura caribeña. También ha llevado su calidad a altos planos dentro de la poesía en lengua francesa. De rica formación académica, adquirida esencialmente en la École Normale Supérieure de París, pudo, desde muy temprano, entrar en contacto con la gran herencia espiritual francesa y con un considerable número de autores africanos, otro de los elementos fundamentales de su quehacer intelectual. El tercer ingrediente esencial en la conformación de su corpus creador lo hallamos en su propia tierra, en su desgarradora historia de colonia explotada por una gran potencia europea.

Dentro del conjunto de títulos de este singular autor contemporáneo, destaca el breve volumen Cuaderno de un retorno al país natal, que comenzó a escribir en 1939 y fue dado a conocer, ese propio año, en una revista parisina: Volontés. La primera impresión que causa ―al menos a mí― este extenso poema, es la de un abigarrado y elocuente discurso ante la Historia, lamento y exaltación simultáneos por el sufrimiento y la fuerza vital de la raza negra, brutalmente sometida por un régimen empobrecedor y discriminatorio.

Poesía americana y universal, caribeña, lírica y, a un tiempo, con numerosos elementos épicos, sus dilatados versos, que se confunden con la prosa narrativa ―rasgo propio de una modernidad en la que Césaire estaba justamente inmerso―, poseen un aliento extraordinario, de gran fuerza comunicativa, no solo por el mensaje de dolor y de impiedad que hallamos en el centro de estas páginas, sino también por la maestría y la riqueza expresiva con que el autor ha ido elaborando su denuncia. Pero no se trata solo de eso, de una denuncia airada y con sagaces juegos irónicos; es, además, un magnífico ejemplo de alta poesía política, por sus calidades artísticas y la estatura ética que nutre sus imágenes y el relato todo de la historia visible y de la historia oculta.

De gran importancia es el criterio emitido por Benjamin Péret en el prólogo a la edición del poema de 1942, donde ―con total responsabilidad, como de quien sabe de qué está hablando y por qué― dice lo siguiente:
    Tengo el honor de saludar aquí a un gran poeta, el único gran poeta de lengua francesa que ha aparecido en veinte años. Por primera vez resuena una voz tropical en nuestro idioma, no para sazonar una poesía exótica, adorno de mal gusto en un interior mediocre, sino para hacer brillar una poesía auténtica, brotada de troncos podridos de orquídeas y de mariposas eléctricas devorando la carroña; poesía que es el grito salvaje de una naturaleza dominadora, sádica, que se traga a los hombres y a sus máquinas como las flores a los insectos temerarios.
Esa primera afirmación puede asombrarnos, pues abarca no solo a la poesía francesa o hecha por franceses, sino, además, a la poesía de otros países escrita en esa lengua. Por ello, podemos preguntarnos si el prologuista no estará exagerando, teniendo en cuenta que Francia posee una tradición poética de gran jerarquía, por el crecido número de figuras universales, ya establecidas durante siglos, que podemos reconocer en su historia literaria, y por la frecuente aparición de nuevos creadores relevantes, sustentada en la solidez de ese mismo acervo.

Cuando revisamos los nombres y las obras de los poetas de lengua francesa que se dieron a conocer entre los inicios de los años veinte y los finales de la década de 1930, nos percatamos en verdad de que el aserto de Péret no es falso. Los grandes maestros de la centuria pasada (Paul Claudel, Paul Valéry, Saint-John Perse, André Breton, Blaise Cendrars, Philipe Soupolt, Louis Aragon) habían comenzado antes, con la única excepción de René Char, quizás no tan importante para Péret en el momento en que prologa el texto de Césaire.

Justa es asimismo su valoración de Cuaderno de un retorno al país natal en tanto poesía de la mayor autenticidad. Ciertamente, este poema rebosa un entrañable y sustancioso diálogo de su autor con el tema central de su discurso, diálogo que emerge de lo más profundo de la vida del poeta, de sus más genuinas y sinceras emociones, por lo que resulta impensable que estemos ante una parafernalia verbal de pura retórica constructiva para “fabricar” una obra que no pretenda más que dejar una buena impresión de escritor sagaz en quienes se acerquen al mundo verbal de esta narración.

Esta poesía sale, como dice Péret, de la materia descompuesta, de una realidad brutal, violenta, desgarradora, a la que quiere responder con toda la energía de una raza que se reivindica más allá del sufrimiento y desde esa anuladora marginalidad a la que fue sometida durante siglos. Vemos en el lenguaje de Césaire una espontánea manera que le viene exactamente de esa fuerza de los elementos de la naturaleza insular con la que el poeta se identifica en su canto. El contrapeso de los horrores de la Historia lo encuentra el poeta en el mundo igualmente violento, pero sin culpa, de nuestra sobreabundante riqueza primigenia y en la propia estatura de la raza negra, suficiente para redimirse de los atropellos e injusticias. La raza humillada puede emerger desde sí misma, desde su miseria, no obstante haber sido degradada por las oscuras y devastadoras crueldades del colonialismo.

A todo lo largo de este testimonio de crudeza inusual, hallamos expresada, de diversas formas, una cólera reivindicadora, pero que no se contamina con odios ni resentimientos infructuosos, como nos dice el poeta en este fragmento, vertido al español por Lydia Cabrera:
    No hagáis de mí este hombre de odio para quien sólo abrigo odio pues para acantonarme en esta única raza conocéis sin embargo mi amor católico sabéis que no es el odio a otras razas lo que me hace ser el labrador de esta única raza lo que quiero es por el hambre universal es por la sed universal declararla libre al fin dar de su cerrada intimidad la suculencia de sus frutos.
Hay un momento de gran intensidad, en el que los humillados se levantan en un gesto que los eleva hasta colocarlos en su estatura real, en su sitio verdadero junto a los otros hombres y mujeres, en igualdad de condiciones. Veamos este fragmento, ya hacia el final:
    Y ahora estamos de pie mi país y yo, al viento los cabellos, mis manos pequeñas en su puño enrome y la fuerza no está en nosotros, sino por encima de nosotros, en una voz que perfora la noche y el oído con la agudeza de una avispa apocalíptica. Y la voz pronuncia que durante siglos Europa nos ha atiborrado de mentiras hinchado de pestilencia, pues no es cierto que la obra del hombre ha terminado que nada tenemos que hacer en el mundo que somos parásitos del mundo que basta con que marchemos al andar del mundo mas la obra del hombre apenas ha comenzado y al hombre le queda por conquistar toda prohibición inmovilizada en los rincones de su fervor y ninguna raza posee el monopolio de la belleza, de la inteligencia, de la fuerza y hay espacio para todos en el lugar de reunión de la conquista, y ahora sabemos que el sol gira alrededor de nuestra tierra iluminando la parcela que ha fijado nuestra voluntad sola, y que toda estrella caída del cielo a la tierra queda sometida a nuestro poder sin límites.
Percibimos un tono bíblico en esas líneas y cierto sabor whitmaniano en el vigor de las afirmaciones, como en otro fragmento posterior y muy cercano, donde leemos:
    Y ando buscando para mi país, en vez de corazones de dátiles, corazones de hombre que son los que hacen latir la sangre viril para entrar en las ciudades de plata por la gran puerta trapezoidal y mis ojos barren los kilómetros cuadrados de mi tierra paterna y enumero las llagas con cierta alegría y las amontono unas sobre otras como raras especies y la acuñación imprevista de tantas bajezas aumenta siempre mi cuenta.
Al final, el texto va in crescendo en un gesto reivindicador del cual va emergiendo la figura rescatada, ya libre y de pie, situada en la historia concreta de su tierra y en la historia universal en la innegable dimensión de su significado, como una imagen deseada que se sustenta en el profundo humanismo que ha nutrido al poeta, él mismo víctima también de la injusticia. La raigambre política de este poema y, especialmente, su calidad artística ―raíz, entre otras cualidades, de su indiscutible modernidad― lo sitúan en la mejor tradición poética americana y, como ya advirtió Benjamin Péret, de la gran poesía francesa.

El contraste entre las Antillas pisoteadas y degradadas del comienzo del poema con la imagen redimida del final, donde aparecen en su verdadera estatura los hijos de estas tierras, es un logro en la concepción general de la obra. Entre esas dos visiones de la realidad se despliega un poderoso canto a los horrores y miserias de una sociedad y de una raza, con preciosos y conmovedores cuadros de auténtico dolor, como el de este momento:
    Una tarde en un tranvía frente a mí un negro. Era un negro grande como un pongo que pugnaba por hacerse chico en un banco del tranvía. Trataba de despojarse en este banco pringoso del tranvía, de sus piernas gigantescas, de sus manos temblorosas de boxeador hambriento. Y todo le había abandonado, su nariz que parecía una península abandonada en una rada y hasta su misma negrura que se decoloraba bajo la acción incansable de una curtidura en blanco. Y el curtidor era la Miseria. Un murciélago orejudo, repentino: en este rostro las heridas de sus garras habían cicatrizado en islotes de sarna. Era un obrero incansable la Miseria trabajando en algún cuartucho horripilante. Se veía muy bien cómo el pulgar industrioso y malévolo había modelado el bulto de la frente, agujereado la nariz en dos túneles paralelos e inquietantes, alargado desmesuradamente el belfo y, caricaturesca obra maestra, había cepillado, pulido, barnizado, la oreja más diminuta y graciosa de la creación.
Miseria, muerte, degradación, violencia física y moral, sufrimiento, tristeza, humillación, escenas en apariencia irredimibles en medio de una naturaleza espléndida en la que, no obstante la riqueza de su diversidad y su belleza, percibimos el oscuro dolor de esos elementos. Reaparece en distintos momentos del relato poético ese contraste entre las dos realidades, herencia romántica.

En un poeta como José María Heredia, nuestro romántico mayor, el primero en América, hallamos igualmente esa comparación en aquellos célebres versos suyos: “las bellezas del físico mundo / los horrores del mundo moral”, clara referencia a la opresión y la injusticia a que estaba entonces sometida la patria por la metrópoli española.

Similitudes más notables hallamos entre este texto de Césaire y las famosas elegías de Nicolás Guillén, otro poeta antillano de talla universal. Esas semejanzas vienen dadas por la condición racial de ambos, por los contextos históricos y sociales en los que han vivido y escrito, por las ansias de reivindicación social que anima las obras de los dos y, en no menor medida, por su coetaneidad, gracias a la cual, se formaron en la asimilación de múltiples elementos comunes, en tanto herederos de las transformaciones que trajeron las vanguardias artístico-literarias a la concepción de la cultura.

Por último, es importante señalar la aparición de este poema de Césaire en momentos en que en Europa, cuna del colonialismo sufrido en las Antillas, se movían, en acciones bélicas, las devastadoras fuerzas fascistas. Al iniciarse un infernal período de opresión, crímenes, ocupación militar y genocidio, desde una cruenta política racista y de pretensiones hegemónicas de una raza, se alza una obra de extraordinarias calidades artísticas para reivindicar una raza avasallada y, con ella, la dignidad de hombres y mujeres de todas las procedencias y culturas, rasgo capital del humanismo revolucionario de este poeta. A ello se refiere Péret en la presentación del poema para la edición de 1942. Allí nos dice el autor: Es maravilloso, entusiasma y reconforta altamente que en este año de 1942 (un año más de miseria y de abyección), cuando todos los poetas y artistas de Europa se ahogan asfixiados bajos los bigotes ―bajo el bigote blanco de Vichy que tan bien sabe encerar las botas; el bigote en agujero de bala de Berchtesgaden, etc.— un poeta haga oír desde América su grito único perforando la opacidad de una noche de bombas y de pelotones de ejecución.

 Fuente: http://laventana.casa.cult.cu/modules.php?name=News&file=article&sid=6201